La península de Yucatán es hogar de una diversidad cultural enorme que fue heredada por una de las civilizaciones antiguas más grandes de la historia: los mayas. En esta ocasión no te platicaremos de sus vestimentas típicas o de su inigualable gastronomía, sino te hablaremos de una de las leyendas mayas más famosas de la región y que más allá de conocer la historia, te dejará un gran mensaje de virtudes que sobrepasan los defectos personales; ¡vamos a conocerla!
Esta leyenda antigua que lleva por nombre la Leyenda de la Xtabay, cuenta la historia de dos hermosas hermanas que vivieron en la época de los mayas en un pequeño pueblito de Yucatán, cada una de ellas tenían una personalidad diferente y única que vamos a conocer a continuación.
Conozcamos a Xkeban
Aquellas hermanas se llamaban Xkeban y Utz-Colel, la primera tenía una personalidad muy dulce, con actitudes llenas de emociones, muy cariñosa y sexualmente liberal, de hecho demasiado para esa época; Xkeban compartía sus pertenencias con los animales callejeros y personas sin hogar, además de que curaba a los enfermos abandonados.
Pero las personas del pueblo no les importaba esto pues la consideraban una pecadora por su vida libre de prejuicios y era tratada con desprecio y foco de muchas burlas.
A Xkeban esto no la detenía pues ella continuaba con su labor, soportando todos los desprecios del pueblo con la boca, pero al pueblo sólo le importaba la gran lista de enamorados que ella tenía.
¿Y la otra hermana?
Mientras que Xkeban era un amor de persona, su hermana Utz-Colel era una mujer de rígida pureza, considerada por las personas del pueblo como una mujer pura y casta, hasta cierto punto, correcta de acuerdo a lo que dictaba la moral de la humanidad.
Al igual que su hermana, ella era una de las mujeres más bellas del pueblito; sin embargo ella tenía una opinión muy peculiar acerca de su hermana, pues la odiaba y compartía las críticas populares acerca de ella.
Las personas del pueblo describían a Utz-Colel como una mujer recta y muy decente, famosa por su honestidad y siempre estar alejada de los chismes y problemas.
Pero esta mujer era totalmente distinta a Xkeban pues era insensible, orgullosa y con un corazón de piedra que despreciaba a los enfermos y sentía una repugnancia por los pobres.
Aquel dulce olor…
Un día común y corriente la gente del pueblo se encontraba inquieta pues no habían visto a Xkeban salir a las calles, todos pensaban que seguramente había salido temprano a algún pueblo vecino como acostumbraba, pero esa ausencia se prolongó días y noches, hasta que un día un hermoso aroma a flores comenzó a inundar todo el pueblo.
El origen de este olor era incierto, los pueblerinos buscaron y buscaron, hasta que se dieron cuenta que salía de la casa de Xkeban y pudieron entrar…encontraron después de tantos días a Xkeban, pero ella ¡ya estaba muerta!
El cuerpo de la bella dama no estaba solo, junto a ella posaban varios animales que la cuidaban, asombrados descubrieron que el dulce aroma a flores se desprendía del cuerpo inerte de Xkeban.
Dicho suceso tenía que ser comunicado a su hermana, Utz-Colel, cuando ella se entero de tan terrible pérdida, la envidia la inundó y expresó su descontento alardeando que eso era mentira y que si el cuerpo de una mujer impura y pecadora como el de Xkeban emanaba un precioso olor a flores en lugar de pestilencia, entonces el de ella tendría que despedir un olor mucho más agradable y perfumado.
Su funeral estuvo en manos de un pequeño grupo de personas, casi todos enfermos que ella había atendido, ellos la enterraron.
Al siguiente día que regresaron a la tumba se sorprendieron al ver que estaba llena de hermosas flores,… y así permaneció para la eternidad.
El día que murió Utz-Colel
Poco tiempo después murió la otra bella hermana, a su funeral asistió todo el pueblo pues era recordada como una mujer honesta y pura.
En el momento que murió recordaron lo que alardeaba el día de la muerte de su hermana, sin embargo horas después de su deceso, su cuerpo empezó a despedir un olor insoportable y muy apestoso, que era atribuido a las malas artes del demonio, así que el pueblo confundido cubrió su tumba con flores las cuales desaparecieron al día siguiente.
Con el paso de los años Xkeban se convirtió en una flor dulce y de agradable aroma, llamada Xtabentun mientras que Utz-Colel se convirtió en un cactus Tzacam que tan sólo con un roce podías ser lastimado.
Entonces Utz-Colel llena de envidia llamó a los malos espíritus y consiguió regresar al mundo con la apariencia de Xkeban.
Se dedicaba a enamorar hombres creyendo que si hacía eso podría convertirse en una bella flor igual que su hermana.
Lo único que conseguía Utz-Colel era embrujar a los hombres y guiarlos a la muerte a manos del Tzacam. Se dice que Utz-Colel nunca pudo regresar al mundo de los muertos y ahora se encuentra bajando cada tarde al caer el sol.
Los espera en los árboles de Ceibas, ya que junto a ellos crecen los cactus Tzacam, en ese mismo lugar son encontradas las victimas desangradas.
Esta leyenda nos enseña que no por ser una persona apegada a las reglas de la sociedad significa que eres buena persona.
No por las críticas de las personas dejes de hacer obras buenas, que recuerda que todo se regresa, #Nuncadejesdeviajar!