Ubicado en el municipio de Luras, en Italia, se encuentra el Museo Galluras, el primer museo etnográfico de Cerdeña. Fue fundado por el Dr. y escritor Pier Gacomo Pala, y está instalado en una vieja casa de la región. En este museo se encuentran más de 4,000 objetos que recrean la vida tradicional de Cerdeña en el siglo XVII y mitades del siglo XX. Y es que, por si no sabías, este pueblo se dedicaba a la vinatería, la fabricación de corchos y la lana; pero no estamos aquí por eso, sino por la leyenda de La Acabadora…
LA ACABADORA, la PIEZA MÍTICA del MUSEO GALLURAS
El Museo Galluras cuenta con un total de 3 pisos; sin embargo, donde nos vamos a enfocar será en la sala 7 del piso 2, pues es ahí donde se encuentra la pieza estrella de esta leyenda, y se trata de nada más y nada menos que de un simple martillo de madera de olivo; mide unos 40 centímetros de largo y 20 de ancho. También es conocido como mazzolu.
A simple vista no parece ser algo muy impactante; sin embargo, quien lo portaba era quien le da el valor. Este martillo era utilizado por una mujer que habitaba en la isla de Cerdeña. Era reconocida por portar una vestimenta negra y cubrirse el rostro; la conocían como “La Acabadora”, o en el idioma sardo (de Cardeña), s’aggabadora.
Su trabajo era tan fácil como tenebroso: los familiares de las personas que padecían enfermedades incurables, que agonizaban o que estaban moribundas, pedían el servicio de la Acabadora. Ella visitaba al enfermo o moribundo con la finalidad de terminar con su sufrimiento, pero… ¿cómo lo hacía?
El RITUAL del FIN del SUFRIMIENTO
Al anochecer, la Acabadora hacía acto de presencia en las casas de los enfermos. Se dice que lo primero que hacía era retirar cada uno de los símbolos religiosos que estaban dentro de la habitación en la que se encontraba el moribundo. Posteriormente pedía a sus familiares salir del cuarto, sin excepciones. Finalmente, tomaba su pequeño martillo de madera y le daba un fuerte golpe en la cabeza al enfermo mientras este dormía, con el fin de romper sus cervicales para así darle un descanso de la vida.
Y es que, en esos tiempos, las necesidades económicas muchas veces sobrepasaban a las familias, haciéndoles imposible poder mantener en buen estado a sus familiares enfermos. La solución a esto fue la Acabadora, quienes algunas generaciones de italianos dicen, no se consideraba asesina, sino una persona que hacía un gesto amoroso y compasivo para quien sufrían demasiado.
Curiosamente, también se cuenta que la Acabadora ejercía como matrona (partera), asistiendo a las casas de las embarazadas para ayudarles a dar a luz. Esto hace interesante el hecho de que fue el pueblo el que le dio el poder de terminar con la vida, pero también de ayudarla a existir.
Una LEYENDA que aún PARECE INCIERTA
Desde 1981, Pier Gacomo Pala, fundador del museo, investigó arduamente el origen de La Acabadora. Al parecer, eran varias mujeres las que ejercían esta profesión. Entrevisto a ancianos del lugar, consulto documentos e incluso dio con la antigua casa de una de las acabadoras, donde se dice que encontró el tenebroso martillo.
Aunque pueda parecer una leyenda algo desconocida, la realidad es que en Italia es muy famosa, tanto que es un disfraz de Haalloween. De hecho, la Acabadora fue musa para Michella Murgia, la autora de “Accabbadora”, una novela escrita en 2009 y ganadora del prestigioso premio literario Campiello en 2010 en Italia.
Si te gustaría visitar el Museo Galluras, tienes que saber que se encuentra todo el tiempo disponible; sin embargo, lo ideal es hacer una reservación. El costo de acceso es de 5 € ($110 pesos mexicanos); pero si quieres una visita guiada, te costará 10 € ($220 pesos mexicanos).
Por ahora, la leyenda de la Acabadora sigue siendo un tema que da mucho de qué hablar, y que deja en evidencia las extrañas y tenebrosas tradiciones de Italia, que, esperemos, nunca vuelvan a resurgir. ¿Qué te parece…? ¿Visitarías a la Acabadora? ❖
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