Ubicado en la Huasteca Potosina, este jardín un destino único que transporta a los visitantes a un mundo de fantasía.
También conocido como Las Pozas, este jardín es un reflejo de la mente creativa y excéntrica de su creador, el poeta y mecenas británico Edward James, quien, fascinado por el surrealismo, decidió crear un paraíso tropical cargado de estructuras oníricas y formas abstractas.
El origen del sueño surrealista
Edward James fue uno de los mayores coleccionistas y promotores del surrealismo, estableciendo relaciones con artistas como Salvador Dalí y René Magritte.
Sin embargo, su pasión por lo exótico y lo sobrenatural lo llevó a buscar un lugar donde pudiera materializar sus visiones.
En la década de 1940, llegó a la Huasteca Potosina, una región rica en biodiversidad y belleza natural, que capturó su corazón.
Fue en este entorno exuberante donde decidió construir su jardín de esculturas, un espacio que se fundiría con la selva tropical.
Las Pozas: Un viaje entre naturaleza y arte
El jardín, que abarca unas 37 hectáreas, alberga más de 30 esculturas monumentales, mezcladas entre cascadas, pozas naturales y senderos rodeados de vegetación exuberante.
Las esculturas parecen fluir orgánicamente de la naturaleza, como si siempre hubieran pertenecido a ese espacio.
Con nombres tan intrigantes como “La Escalera al Cielo”, “La Casa de los Peristilos”, y “El Palacio de Bambú”, estas estructuras no tienen un propósito funcional específico, sino que están diseñadas para evocar emociones y llevar a los visitantes a un estado de contemplación.
Uno de los aspectos más fascinantes es cómo James integró su obra con el paisaje, usando materiales locales y técnicas tradicionales, pero con formas y conceptos fuera de lo común.
Caminando por los senderos del jardín, te encuentras con escaleras que no llevan a ningún lado, puertas flotantes y estructuras que desafían las leyes de la lógica y la física.
Este juego entre lo real y lo imposible es lo que hace que Las Pozas sea un verdadero homenaje al surrealismo.
El Jardín Escultórico de Edward James es un verdadero paraíso surrealista en medio de la Huasteca Potosina. Su belleza única y su conexión con la naturaleza hacen de cada visita una experiencia transformadora, recordándonos la magia que existe en el mundo natural y en la mente humana. Para llegar a este lugar, puedes confiar en el servicio de transporte de Autotur, que ofrece rutas seguras y cómodas en autobús y camionetas desde diversas ciudades de México.
Lo mejor es visitar el jardín en la mañana temprano, cuando el clima es más fresco y hay menos turistas.
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