En la esquina formada por los estados de Campeche, Chiapas y Tabasco, y justo en el cruce del río Usumacinta, hay una pequeña ciudad llamada Tenosique de Juárez, lugar donde se origina “La danza del Pochó”.
La cual pertenece al estado de Tabasco, región heredera de la cultura maya, de ahí que los indígenas que la habitaban hablan “Potú”, dialecto derivado del maya.
“La danza del Pochó” se celebra dentro del carnaval de Tenosique y año con año es festejada por los habitantes de la ciudad de manera muy peculiar.
Esta danza se originó antes de la conquista, los pobladores la practicaban como culto a sus dioses, era una ceremonia de adoración y agradecimiento.
A la llegada de los españoles, los habitantes se vieron obligados a tomar al cristianismo como su religión oficial, a pesar de ello no dejaron de practicar la danza como parte de una costumbre.
De esa manera pasó a formar parte del sincretismo que tanto caracteriza a México.
¡Una tradición de la región!
El hecho de que esta costumbre sigue vigente hasta nuestros días, se debe al orgullo que sienten los pobladores de Tenosique.
Ante todos los cambios que ha tenido el país a lo largo de los siglos, han logrado rescatar sus tradiciones durante todo este tiempo de una forma original.
A pesar de ser una gran tradición, la ceremonia no forma parte oficial del calendario eclesiástico, pero sí lo toman como parte de su festividad.
Esta danza se realiza cada domingo durante más de dos meses y lo que representan los participantes es el descontento del Dios Pochó.
Al estar celoso de la feliz convivencia de los demás dioses con los hombres, rapta a sus mujeres y las hace resguardar su altar, es entonces cuando son llamadas pochoveras.
Los hombres que se convierten en “Cojoes” son personajes que fueron creados por la pulpa del maíz y esto ofendió al dios por lo cual los manda a vestirse como hombres de madera.
Trajes, música y baile
Los Cojoes son el alma de la fiesta, con sus burlas e ingenio y su peculiar vestimenta, ridiculizan hechos sociales y políticos de la época actual.
Toda esta representación va acompañada por trajes muy originales, música de viento melodiosa y percusiones, además de un público que después de observar, termina por involucrarse en el festejo.
La participación por parte de los espectadores resulta ser un juego, dentro del grupo de los jaguares existe una hembra junto con su crío.
Dicha dinámica consiste en que alguien del público rapta al cachorro y cuando éste es recuperado, el raptor debe indemnizar o compensar a la felina. Por tradición, el organizador del evento está obligado a regalar a los actores y al público dulces y licores.
En busca de reconocimiento
La tradición está en proceso de ser reconocida a nivel internacional por sus raíces ancestrales.
Roger Suárez Vela, originario de Tenosique es quien menciona que “En Tenosique se está pugnando porque la UNESCO reconozca a La Danza del Pochó como Patrimonio Intangible de la Humanidad”.
“Se está haciendo un ejercicio por definirla como una expresión dancística con rasgos y características prehispánicas mayas”.
Él, junto con más participantes de esta fiesta están recabando toda la información posible sobre La Danza del Pochó.
Se busca una definición que abarque todo el concepto del festejo, el carnaval inicia desde el 20 de enero “Día de San Sebastián” hasta el martes antes del tradicional “Miércoles de Ceniza”.
¡Checa estos datos!
El último martes se celebra la muerte de Pochó y todos se despiden de él.
El viaje que durará todo un año para reencontrarse una vez más en el carnaval.
No te pierdas la oportunidad de conocer esta tradición y #Nuncadejesdeviajar.