En las montañas del Cáucaso Occidental, en la república de Abjasia, se oculta un mundo subterráneo que desafía los límites de la exploración humana; te estamos hablando de la Cueva Veryovkina. Reconocida como la cueva natural más profunda del planeta, se piensa que tiene una profundidad de 2,700 metros, de los cuales solo se han podido recorrer 2,212…
DESCUBRIENDO el CENTRO de la TIERRA
La cueva fue identificada por primera vez en el año de 1960, por el destacado espeleólogo (persona que estudia y explora cuevas) ruso, Alexander Veryovkin —de ahí el nombre de la cueva—; sin embargo, su magnitud fue revelada tiempo después.
Y es que la Cueva Veryovkina se extiende a lo largo de más de 17 kilómetros de galerías con paisajes angostos, pozos verticales y sifones inundados. Su descenso es tan extremo que solo es posible recorrerlo por especialistas con mucho entrenamiento, equipados con trajes térmicos, cuerdas y equipos de buceo para poder soportar condiciones como temperaturas entre 0° y 4° centígrados, oscuridad total, además de pozos verticales que pueden llegar a medir hasta 152 metros.
Y por si fuera poco, gotea constantemente agua del techo, formando ríos, lagos e incluso su propio sistema climático dentro de la cueva, con neblina, nubes y lluvias. Muchos rumorean que es posible que la cueva desemboque en el mar negro; desafortunadamente, aún es imposible saberlo.
ACAMPANDO dentro de la CUEVA VERYOVKINA
El viaje de ida y vuelta dentro de la cueva Veryovkina dura aproximadamente una semana, dependiendo de la profundidad, por lo que es necesario quedarse a acampar dentro de la cueva; además, solo profesionales y científicos que buscan realizar investigaciones son los que se atreven a entrar; aun así, no deja de ser increíblemente arriesgado.
Esto se reafirma con la historia del montañista y aventurero español Jesús Calleja, quien en el 2013 intentó, junto con su equipo, romper el récord de profundidad del espeleólogo ucraniano Gennady Samojin (quien consiguió alcanzar los 2,196 metros buceando dentro de la cueva en el 2012); como consecuencia, quedaron atrapados durante 9 días bajo tierra, a una profundidad de 1,637 metros. Y a pesar de que Calleja fue el más cercano, no es el único que lo ha intentado.
En febrero del 2017, una expedición del equipo de espeleología de Moscú, Perovo-Speleo, logró alcanzar una profundidad de 1,832 metros. Ese mismo año, pero esta vez en agosto, lograron llegar a una profundidad de 2,204 metros, rompiendo por fin el récord, y en 2018 lo volvieron a hacer, con 2,212 metros.
En ESPERA de la CIENCIA y la TECNOLOGÍA
Por ahora, los científicos esperan el surgimiento de cámaras o accesos adicionales que conduzcan más profundamente a la cueva, pues es aquí donde se encuentran los grandes misterios de la geología y biología del mundo. Esto no tarda en hacerse realidad, pues en el 2023 un dron submarino del club Perovo logró llegar hasta los 2,223 metros.
Sin embargo, no deja de ser interesante el hecho de que al ser humano le gusta probarse a sí mismo, desafiar sus límites y demostrar de lo que es posible, sin importar que sea un espacio oscuro, peligroso y hostil como la Cueva Veryovkina. ❖
#NuncaDejesDeViajar