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JALPA de CÁNOVAS: El Pueblo Mágico más PEQUEÑO de México

COMO ES VISITAR JALPA DE CÁNOVAS

COMO ES VISITAR JALPA DE CÁNOVAS

A aproximadamente 2 horas en auto desde Guanajuato Capital, y a solo una hora desde el centro de León, nos encontramos con Jalpa de Cánovas: un pequeño pueblito escondido entre la Carretera Manuel Doblado-Purísima de Bustos, en el municipio de Purísima del Rincón. Sus calles son tranquilas —casi sin presencia humana—, y el ambiente es remoto y veterano.

Calle en Jalpa de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Si no fuera por su enorme parroquia que se alza imponentemente sobre las casitas amarillas, seguramente el pueblo pasaría desapercibido por los automovilistas. Afortunadamente, no es así, y en el 2012 recibió el certificado de Pueblo Mágico, que, con sus 4 calles y 674 habitantes, regresó al mapa con decenas de experiencias…

Letras de Jalpa de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

¿Qué hacer en JALPA de CÁNOVAS?  

Jalpa de Cánovas es un pueblo fundado en el lejano 1542, cuando el conquistador Juan Villaseñor recibe por parte de la corona española 7,365 hectáreas de tierra en Guanajuato, así como ganado y caballos. Con el tiempo, el pueblo fue creciendo junto con su enorme hacienda, y gracias a sus fértiles tierras, comenzó a dedicarse al cultivo de granos y cereales, lo que, por varios años, le dio el orgulloso sobrenombre de “el Granero de México”.

Quiosco en la Plaza Jalpa de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Esto fue atrayendo a varias poderosas y peculiares familias, hasta que, por azares del destino y largos años de descendencia, los apellidos Cánovas y Braniff terminaron relacionándose con la hacienda. La historia que sigue nos lleva a un corto pero intenso idilio familiar, donde el poder, la tristeza y la intervención presidencial nos dejan como recuerdo la famosa Hacienda de Cánovas: uno de los lugares esenciales para conocer del pueblo

Exterior de la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Descubriendo la moderna HACIENDA de CÁNOVAS

En el año de 1900, Guadalupe Cánovas, la dueña de la hacienda, se casó con Oscar Braniff. Y como regalo de bodas, su padrino, que era nada más y nada menos que Porfirio Díaz, les dio 30 años de electricidad gratuita. Esto convirtió a la Hacienda de Cánovas en la primera hacienda con luz en todo México, convirtiéndose en la cuarta hacienda más extensa de todos los tiempos, de donde se dice que salía el 85% de harina de trigo de todo el país.

Placa de la Exterior de la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

En la actualidad, la enorme hacienda aún se mantiene casi intacta, justo frente a la Plaza Jalpa de Cánovas. Solo que, lo que en el pasado fue un enorme circuito económico, ahora es el Museo Casa Cánovas: un lugar que te permite descubrir las entrañas de la hacienda, conocer la historia del pueblo y pasearte por los longevos pasillos llenos de antigua ostentosidad

Mapa a la entrada de la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

¿Qué HACER en la HACIENDA de CÁNOVAS?

Si visitas la Hacienda de Cánovas, tendrás que considerar, de forma obligatoria, la visita guiada. Podrás conocer las salas principales del lugar: desde la sala de lectura, llena de fotos históricas, para pasar a la sala de estar y su hermoso piano de cola, y retornar al comedor y sus magistrales sillas pintadas a mano. Muchas de las piezas provienen de los años 1500.

Espejo en la sala de estar de la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Cada una de las salas se mantiene intacta, con los muebles y platos originales, de los cuales ninguno ha recibido restauración. Las paredes, las vasijas e incluso el tocador de plata esterlinaque fue otro regalo de bodas de Porfirio Díaz para Guadalupe Cánovas— están pulcros, detenidos en la historia de la lejana familia.

Tocador en la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Sin embargo, existe una sala que es esencial en la Hacienda de Cánovas… La cocina. Con una larga estufa de hornillas que posa bajo una enorme campana de humo azul, la cocina de la Hacienda de Cánovas es considerada como una de las primeras cocinas modernas en México… Platos, ollitas, metates y hasta dos de los primeros refrigeradores en llegar al país se encuentran en esta cocina.

No hace falta decir que todo es funcional… Incluso los refrigeradores encienden, y si no se buscara preservar tanto las piezas, la estufa también encendería.  

Cocina en la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

El valor de la HISTORIA

Para poder visitar la Hacienda de Cánovas, no hace falta nada más que llegar a Jalpa de Cánovas. El museo está abierto de lunes a domingo, y la entrada tiene un costo de $120 MXN ($6.50 USD). Pero, además del recorrido por la hacienda, su interior también cuenta con un jardín para eventos y un hotel boutique, con el espacio ideal para hospedar a 24 personas.

Habitación en la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Y como un plus, en la parte trasera, en medio de lo que era un antiguo rodeo de la hacienda, se encuentra lo que se cree que es un foco tonal: un lugar en el que, debido a la geografía de la zona, se crea un fenómeno acústico único, donde al hablar, la voz se transforma en eco, aunque el espacio esté abierto. Los focos tonales son considerados como sitios importantes para el misticismo y la sanación.

No hace falta decir que también son rotundamente extraños; en el mundo solo se tienen registrados siete focos tonales.

Foco tonal en la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

La Parroquia del SEÑOR de la MISERICORDIA

Otro de los puntos importantes que se alzan en Jalpa de Cánovas es la Parroquia del Señor de la Misericordia: esa enorme estructura que, como dijimos en un principio, anuncia la llegada al pueblo. Fue construido no por hacer falta —pues no había tanta gente—, sino por una petición religiosa. Oscar Braniff, junto con su esposa Guadalupe Cánovas, deciden construir una presa, que hoy se encuentra a tan solo 15 minutos en auto desde el centro de Jalpa de Cánovas.

Entrada a la Parroquia del Señor de la Misericordia. Foto – Gus Espinosa

Durante la construcción, Óscar se acerca demasiado a los barrenos, haciendo que el polvo caiga en sus ojos y le arrebate casi por completo la vista. Después de visitar inútilmente a médicos de toda Europa y su natal Irlanda, decide regresar a Jalpa y le promete al Señor de la Misericordia que, si le regresa la vista, él le construirá un templo.

Parroquia del Señor de la Misericordia. Foto – Gus Espinosa

Y a pesar de que Óscar no era religioso, el milagro llegó meses después, y el templo se construyó en tan solo 7 años, abriendo sus puertas en 1907 y celebrando la primera misa en 1908. El arquitecto encargado fue el británico Luis Long, quien le dio al recinto un estilo neogótico, lo que explica sus paredes de ladrillo rojo y su alta torre.

Torre de la Parroquia del Señor de la Misericordia. Foto – Gus Espinosa

En su interior, reposan vitrales hermosos y paredes completamente pintadas por Rosendo Jiménez (el mejor pintor mexicano de los años 1900). Lo que parece madera y tela son en realidad parte de la hermosa obra que decora las paredes internas de la iglesia. En total, hay 4 murales importantes: La Crucifixión, Jesús bajado de la cruz, la Resurrección de Lázaro y Buscando al Niño Perdido.

Interior de la Parroquia del Señor de la Misericordia. Foto – Gus Espinosa

La fe de JALPA de CÁNOVAS

La Parroquia del Señor de la Misericordia fue un punto importante de la Guerra de Cristeras, cuando en 1926, Plutarco Elías Calles prohibió los cultos religiosos al público, limitando el poder de la iglesia en la política. La Parroquia funcionó como un centro de protección e incluso de escape para los creyentes, pues muchos antiguos habitantes de Jalpa han mencionado túneles debajo del pueblo.

Vitral en la Parroquia del Señor de la Misericordia. Foto – Gus Espinosa

Como recuerdo de esta guerra, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (una iglesia que se encuentra a pocos pasos de la Parroquia del Señor de la Misericordia) cuenta con las Cruces de los Cristeros: un monumento a tres antiguos creyentes fusilados en el pueblo. Y es que, curiosamente, esa pequeña iglesia comenzó a funcionar como cuartel de fusilamiento, donde incluso las balas llegaron a impactar en la Hacienda de Cánovas, dejando en sus paredes las colisiones balísticas.  

Cruces de los Cristeros en Jalpa de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Pero regresando a la Parroquia, cada último domingo de octubre se celebra al Señor de la Misericordia… Aquella figura de origen misterioso y críptico hecha de pasta de caña, y que posa en el altar. Durante la fiesta se realizan peregrinaciones y bailes tradicionales, que son dignos de miles de convicciones.   

Señor de la Misericordia en la Parroquia del Señor de la Misericordia. Foto – Gus Espinosa

¿Por qué conocer JALPA de CÁNOVAS?

Jalpa de Cánovas es uno de los Pueblos Mágicos más desconocidos e interesantes de Guanajuato. En pocas calles guarda historia, drama y conciencia de lo que era México hace varios años. Aquí cada paso despierta a la tranquilidad y la seguridad de estar en un sitio tan pacífico que ni siquiera tiene policías porque no los necesita.

Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Además, puedes aprovechar para comer nueces, que es la principal producción agrícola de la región, y que incluso dio como resultado el famoso mole de nuez. Y, a tan solo media vuelta de la plaza, también encontrarás el pequeño Museo Luis Cabrera, que te dará un vistazo más profundo de lo que era y es el pueblo desde los ojos del cronista Luis Cabrera.

Viajeros durante un atardecer en Jalpa de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Y si quieres un vistazo más amplio, puedes considerar alguno de los más de 20 tours de Jalpa, que incluyen pesca deportiva, visita a destilerías y tequileras, parques acuáticos, sitios ecoturísticos e incluso un tour por la historia de las temibles poquianchis. Solo tienes que mandar un mensaje de WhatsApp al +52 1 476 106 4188.

Antiguo refrigerador funcional en la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa

Así que sépase de una vez que, escondido entre la Carretera Manuel Doblado-Purísima de Bustos, y anunciado solemnemente por una cúpula metálica, se encuentra Jalpa de Cánovas… Un pueblito en Guanajuato de 674 habitantes, donde la vida se lleva al son de la calma. ❖

Escaleras de la Hacienda de Cánovas. Foto – Gus Espinosa
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