No es helado, aunque suene así. Su nombre es gelato, el postre italiano por excelencia. ¡Y es que al menos una vez en tu vida lo debes probar!
Hablamos del postre más famoso de Italia que retoma su historia a la biblia, cuando Isaac ofrece a Abraham leche de cabra mezclada con nieve. Sin embargo, otros atribuyen su creación a Alejandro Magno, quien disfrutaba de comer la nieve mezclada con miel y frutas.
La versión más aceptada del gelato la encontramos en Sicilia, “tierra del sorbete”, y aquí nació de la mezcla de nieve con jugos de frutos locales. El granizado y el sorbete se crearon en esta provincia, pues era muy común consumir una mezcla de frutas y azúcar de caña almacenada en recipientes rodeados de hielo picado.
Historia del Gelato
El gelato como lo conocemos nació hasta el siglo XVII, cuando un pescador de Palermo, Francesco Procopio dei Coltelli, heredó una máquina inventada por su abuelo para elaborar el sorbete.
Muy emocionado con esta herencia, decidió viajar a Paris, donde en 1660 abrió lo que se convertiría en uno de los lugares más famosos del lugar: el Café Procope. Se dice que es aquí donde se añadió leche a la receta, combinada con algunos otros ingredientes clásicos sicilianos como el pistacho, almendras, limones y naranjas.
En 1906, en Milán, nació la idea de poner el gelato en un barquillo gracias a Giovanni Torre di Busanna. En el año 1927, nació el gelato industrial por Otello Cattabriga, un boloñés que construyó la primera heladería, e hizo la elaboración del gelato más sencilla.
¿Cómo identificar un buen gelato?
Aquí te mencionaremos algunos puntos para que el día que entres a una gelatería puedas reconocerlo fácilmente.
1. El primer aspecto es visual. Si al entrar ves unas grandes montañas de gelato que sobresalen de las tarrinas, ¡no es gelato! Pues no puede sobresalir de la línea de frio (debido al sistema de refrigeración) y no tiende a derretirse, por eso ¡no a las montañas de gelato!
2. Fijemonos en el color. Se ocupa frutas naturales para su elaboración; estas, al ser naturales, se oxidan de forma natural, y el brillo del color tiende a desvanecerse, así que colores brillantes y chillones o vivos ¡no son gelatos!
3. La temperatura también es un factor importante. El gelato no debe estar demasiado frio, como un helado, ni dejar una sensación de escarcha en la boca; ni demasiado caliente como un mousse.
4. Al igual que los vinos, el gelato tiene cuerpo que pesa en la lengua. Demasiado ligado a la temperatura, una crema demasiado ligera, es decir, demasiado fina.
5. En la estructura del gelato debe haber finos cristales; cualquier gelato bien hecho presenta estas características.
6. La fragancia del sabor y persistencia del aroma. Parece trivial pero la avellana, debe saber a avellana, la fresa a fresa, etc. Cada sabor debe tener su propia personalidad y no debe desvanecerse inmediatamente.
7. El gelato de calidad no da sed. Comer un gelato debe ser refrescante, casi para calmar la sed. Cuando éste causa ganas de beber agua es un indicio de que estamos consumiendo grasa vegetal no es capaz de disolverse en la boca.
8. La última regla, que no responde a parámetros técnicos, corresponde a la fuerza de los artesanos, el precio justo y la sonrisa de quien te entrega el cono.
Receta
No hay nada mejor que disfrutar de un gelato en verano, y este es el pretexto perfecto para intentar hacerlo en casa.
Hoy te dejaremos una pequeña receta para que sorprendas a tu familia o amigos con esta exquisita receta de fresas y chocolate.
Ingredientes:
- 750 ml de leche
- 5 yemas
- 200 gr de azúcar
- Esencia de vainilla (1 cucharadita)
- 1 taza de puré de fresas naturales
- 1 taza de chispas de chocolate
Procedimiento:
- Poner a hervir agua en una olla llena hasta la mitad.
- Batir las yemas en un bol con el azúcar hasta obtener una mezcla espesa, espumosa y de color blanco.
- Agregar la esencia de vainilla
- En un cazo a fuego bajo, colocar la leche y antes de que comience a hervir, retirar del fuego.
- Incorporar la leche de a poco y con cuidado a las yemas, sin dejar de batir.
- Colocar el bol en la olla con agua hirviendo a fuego suave y continuar removiendo con una cuchara de madera hasta que la crema cubra el dorso de la cuchara. Este proceso toma alrededor de 15 minutos.
- Dejar que la preparación tome temperatura ambiente un poco antes de añadir el puré de fresas y las chispas de chocolate.
- Colocar la mezcla en un recipiente apto para el congelador.
- Dejar que la preparación se enfríe por completo en el refrigerador y luego subirlo al congelador durante tres o cuatro horas.
- Dejar el gelato unos momentos fuera del frío antes de servir.
Frescura y sabor en cada probada
¡Descubre el delicioso mundo del gelato italiano y déjate cautivar por su sabor único y cremosidad! Al comerlo, estás saboreando siglos de tradición y pasión por la gastronomía italiana.
Probar este riquísimo postre es una experiencia única que no puedes dejar pasar. ¡Te aseguramos que será algo delicioso y memorable!
#NuncaDejesDeComer