¿Ya has escuchado de las diversas ferias que existen a lo largo de la República Mexicana? Pues a pesar que existen un sinfín de increíbles ferias, hoy te hablaremos de una de las mejores y si estamos hablando de la Feria de la alegría y el olivo, un evento que no te puedes perder.
¡Conozcamos la feria de la alegría y el olivo!
Es hora de conocer un poco más sobre este increíble evento, pues la secretaria de Turismo de la Ciudad de México menciono que la primera edición de esta grandiosa se llevo a cabo en 1971 ¿Puedes creerlo?
Por lo que este año estará festejando el 50 aniversario de la increíble feria de la alegría y el olivo y tendrá lugar en el pueblo de Santiago Tulyehualco, en la Plaza Quirino Mendoza y Cortés en la alcaldía Xochimilco.
En esta feria podrás de increíbles productos como el dulce de amaranto, harinas, pastas, deliciosas palanquetas, granolas, tamales, atoles, aceites de oliva y aceitunas ¡Que delicia!
Pero esto no es todo, pues habrá muestras gastronómicas en las que se encontrarán las diferentes recetas para la preparación y mejor aprovechamiento de estos importantes cultivos de la zona rural de la Ciudad de México.
¿Qué podemos ver en la feria de la alegría y el olivo?
Y si aun no estas convencido de conocer este evento déjame contarte que aquí podrás ver y comprar productos derivos del olivo y el tradicional pero delicioso dulce conocido como “Alegria”
El objetivo de la feria de la Alegría y el olivo es promover el consumo de cereal y la aceituna dentro de la población mexicana.
¿Por qué? Pues estos productos son muy importantes para la región pues ambos productos representan uno de los principales ingresos económicos de las familias de esta región.
Pero esto no es todo lo que podrás hacer aquí los visitantes podrán disfrutar de deliciosa comida típica, comprar una que otra artesanía y disfrutar asombrosos eventos artísticos y culturales para toda la familia.
Huautli o amaranto
¿Quieres conocer al amaranto? Pues en los tiempos prehispánicos el “Huautli” o como nosotros la conocemos, la semilla de amaranto, fue uno de los alimentos básicos de América, casi tan importante como el maíz y el fríjol, pues este se utiliza desde épocas prehispánicas y se le relacionó con varias leyendas y mitos.
El calendario azteca señalaba varios días en que las mujeres molían la semilla, la mezclaban con miel y a la pasta resultante le daban forma de pájaros, serpientes montañas y dioses, estas figuras servían de alimento durante las ceremonias de los grandes templos como ofrenda a los dioses.
El amaranto y los rituales.
Como ya lo hemos mencionado, el Huautli estaba asociado con rituales paganos en honor a sus dioses ¿Te gustaría conocer este evento?
Estos rituales comenzaban cuando los aztecas efectuaban el principal festejo del año dedicado a Huitzilopochtli, en donde en el centro de la ceremonia se encontraba un enorme ídolo del dios, confeccionado con masa de huautli, miel de abeja de maguey y tuna roja.
La enorme figura era admirada por la gente de la ciudad para luego ser despedazado y comido con reverencia, temor y lágrimas.
A esta ceremonia se le llamaba Teokualo y era aquí donde la masa del huahtli tenía un lugar importante en las ceremonias religiosas, pues con ellas se elaboraban los Huaunquiltamalli para ser ofrecidos a Xiuhtecutli, dios del fuego.
Resistencia ante las adversidades
El huautli era la planta ceremonial más importante de los aztecas y otros pueblos del México prehispánico, sin embargo, con la llegada de los españoles, los misioneros se encargaron de las ceremonias religiosas y, por ende, eliminar el cultivo de la semilla.
Aunque gracias a la magnífica adaptación de la planta a nuestros climas, y su gran resistencia a las heladas y plagas, así como el sentido tradicionalista del pueblo, impidió su desaparición.
Con el paso del tiempo esta semilla comenzó a prepararse de distintas formas, pues salieron otras increíbles recetas, un ejemplo de ello son los deliciosos tamales y atoles ¡Que rico!
Pero no nos olvidemos de uno de los productos más comunes de esta semilla, pues se trata de una esfera de amaranto llamada tzoatli o zoale, en donde se les molía a las semillas y se les mezclaba con miel de maguey.
El amaranto que te da alegría
La forma de preparar el amaranto a un sigue teniendo gran variedad, pero sin duda alguna la más conocida son las tradicionales “Alegrías” ¿Las conoces?
El nombre de este rico dulce se le adjudico en el siglo XVI, pues se cuenta que al producir este dulce se le fue dando de probar uno por uno a los indígenas.
A estos les pareció tan sabroso que empezaron a bailar y cantar de alegría, Surgiendo de ahí el nombre del dulce que hoy es adornado con nueces, piñones, pasas y cacahuates.
Pero acá entre nos el nombre de Amaranto tiene otro significado, pues este proviene del griego, que quiere decir “planta que no se marchita”
Conozcamos El Olivo.
A diferencia del amaranto, el olivo fue traído a México en 1531 por Fray Martín de Valencia, siendo Tulyehualco el primer lugar en América en cultivarlo obteniendo muy buenos resultados debido a las condiciones propicias de la población.
Este producto se produjo estupendamente a tal grado que se formó una franja de Olivo de más de dos kilómetros de longitud en la ribera del lago.
Lo mejor de todo es que a la fecha aún se conservan dos zonas de estos históricos árboles, una al oriente llamada Olivar de Santa Maria y la otra al poniente conocida como Olivar de las Animas.
El Olivo dio lugar a una verdadera industria, además de procesar la aceituna, se construyó un molino para extraer el aceite de olivo, producto muy codiciado entre los españoles de la Colonia.
La importancia de la feria de la alegría y el olivo
Ahora que ya conoces un poco de historia de estos productos no te pierdas en esta increíble feria las tradicionales alegrías, que son deliciosas, pero también no te olvides de pasar por algunos cereales, granolas, harinas y como olvidarse de un rico atole con pinole, galletas o mazapanes.
Pero esto no es todo pues también podrás encontrar más de 50 productos de amaranto y olivo, elaborados artesanalmente por familias originarias de Santiago Tulyehualco.
Déjame decirte que en este pueblo la mayoría de las familias se dedican a la producción y comercialización del amaranto, además de que también procesan las aceitunas y extraen aceite de olivo con un molino.
El pueblo cuenta con dos zonas de árboles de olivo que hace algunos años se extendían por más de dos kilómetros de longitud, aunque, actualmente, cuentan con una zona al oriente llamada Olivar de Santa María y otra al poniente conocida como Olivar de las Animas.
¡No te pierdas este evento
¿Qué dices? ¿Ya te animaste a conocer la Feria de la Alegría y el Olivo? Sin duda alguna será una experiencia, nueva y deliciosa que llena de orgullo a muchos mexicanos.
Así que ahora que sabes de la existencia de este hermoso lugar debes animarte a conocerlo, solo recuerda #Nuncadejesdeviajar.