¿Alguna vez te ha pasado que estas viendo una película en el avión y de repente te entran unas ganas de llorar como si fueras un niño? Esta comprobado que las películas en el avión te hacen llorar mas.
Así que no te preocupes, es algo que le pasa a la mayoría de las personas cuando vuelan. Que no te de pena soltar “las de cocodrilo”.
Porque es tan común que le pasa a la mayoría de los pasajeros. Por eso, a continuación te contaremos porque es más fácil que llores en el avión que en la sala de cine.
Llorar en el avión no esta mal
Tener los sentimientos a flor de piel mientras volamos no es nada nuevo, de hecho aerolíneas como Virgin America han realizado estudios en los que se encontró que el 41% de los hombres admite haber llorado con las películas de los aviones.
Mientras que el 55% de sus pasajeros admite sentir emociones intensas mientras se encuentra en el aire.
¿Por qué estoy sensible cuando vuelo?
La razón por esta hipersensibilidad es muy sencilla, tu cuerpo se mantiene estresado en las horas o días previos al vuelo.
Reservaciones, hacer la maleta, dejar todo en orden en casa, el tráfico y las líneas para hacer el check in, es muy cansado!
Las películas en el avión te hacen llorar más.
Si a todo el estrés acumulado, le sumamos que el entretenimiento a bordo en ocasiones viene con películas muy intensas.
Entonces todo esto, se manifiesta a través de los conductos lagrimales. Y vaya, el inconveniente no es llorar sino que no nos damos permiso de berrear a todo pulmón.
El cielo es un lugar solitario
Seamos sinceros, volar es una actividad solitaria. No importa que viajemos rodeados de cien personas, a 30,000 pies de altura el asiento se convierte en un pequeño universo.
Si a eso le sumamos que no podemos movernos entonces somos más propenso a sentir emociones que de otro modo no sentiríamos.
Sin nada que nos distraiga estamos completamente inmersos en la película y todas las emociones que está tratando de provocar. ¡Piénsalo! Es como estar cautivo.
¿Qué puedo hacer?
De nada sirve que reprimas el sentimiento, mejor déjalo salir. Total, el de alado puede que se sienta igual.
Incluso si te juzgara es muy poco probable que lo vuelvas a ver en la vida. Así que empaca unos buenos pañuelos desechables y déjate llevar por el sentimiento. #NuncaDejesDeViajar