El yunque Puerto Rico al natural, toda una obra de arte y biodiversidad. El Caribe es una región privilegiada conocida por su bellísimo mar color turquesa y arena fina y casi transparente.
Resulta que existe un lugar que permanece como el mismísimo edén desde el principio de los tiempos, una reserva protegida que te encantará: El Bosque El Yunque.
Hay países afortunados, pero sobre todo islas que son parte de este paraíso que regala paisajes y cuadros que parecen salidos de un bello cuadro al óleo. Como el que te vamos a contar hoy para que en tu próximo viaje de encuentro contigo mismo, sea completamente natural.
Como en todo bosque, podemos encontrar una soberbia vegetación que va de los colores pardos hasta los verdes intensos. Una naturaleza completamente salvaje que se revitalizada con la lluvia diaria.
Este elemento vital que crea vistas maravillosas, aumenta el color y cubre con sus gotas de y color agua cada hoja y follaje de los altos árboles que habitan en la región.
Actividades en el Yunque Puerto Rico
Te recomendamos pasar un día caminando a través de las veredas para descubrir ciertas especies de árboles que sólo existen en este lugar. No hay mejor manera de desprenderte de cualquier problema que una caminata para distraerte.
Uno de los secretos mejor guardados del bosque son sus orquídeas, que cuando cae la lluvia agudizan sus aromas y su olor vibrante que se percibe a varios metros de distancia.
Sus bellos colores las semejan como si se trataran de cientos de mariposas retosando, también debes de admirar esos pequeños helechos que al pasar te hacen cosquillas de una manera sútil.
Recuerda siempre portar ropa cómoda y botas que cubran tus pies para que disfrutes al máximo esta experiencia, no olvides una cantimplora con agua, barras de cereal para proveerte de energía durante el recorrido y repelente de mosquitos e insectos.
Nadar en pozas de agua fresca y cristalina es posible
En el Yunque hay una gran cantidad de ríos, pero existen tres de suma importancia que recorren casi todo el parque, por ejemplo, el río Mameyes de aguas tranquilas.
En su riviera puedes asar algún pescado o preparar algún platillo mientras escuchas la relajante corriente marina.
Por otro lado está el río La Mina, un espectacular hilo de agua que te regala una cascada que lleva el mismo nombre, este salto cae desde una pared de roca que a causa de la erosión forma caprichosos riscos que junto a la vegetación.
Crean en conjunto un escenario ideal para meditar un rato y aclarar las ideas.
Por último, el río Icacos hace un recorrido discreto que atraviesa manglares y pequeños saltos que son hábitat de diversas especies como el loro puertorriqueño, la boa, las extrañas ranas coqui y una gran variedad de aves que migran hasta aquí para reproducirse.
Los mejores meses para visitar este bosque
Visitar este bosque entre los meses de julio y agosto hará que tu viaje valga la pena pues es la época en que la lluvia toma una fuerza estrepitosa y se manifiesta coloreando el horizonte.
Una experiencia mágica que debes vivir es el recorrido hacia el mismo Yunque, un cerro que te robará el aliento mientras subes, pero que agradecerás al llegar cuando veas la maravillosa panorámica que tienes desde la cima.
Durante el camino puedes observar más cascadas, veredas y algunas cúspides altísimas de otros cerros como Los Picachos. ¡Todo un regalo de la naturaleza!
En la mitad del camino verás la torre Yokahú, una atalaya construida como observatorio para los visitantes, deberás subir los escalones pero ten cuidado pues están muy empinados, al llegar a la punta observarás todo el parque en su máxima expresión.
En la tienda que se encuentra en la parte baja de la torre puedes elegir un souvenir como una figurilla de las ranas, animal representativo de la región.
Más adelante también se localiza la Torre Monte Britton, un edificio que sirve para ampliar el panorama y el encanto con vistas apabullantes. Es momento para sacar tu cámara y tomar varias fotografías que quedarán en tu memoria para siempre.
Ven a descubrir el bosque El Yunque Puerto Rico
En donde podrás divertirte mientras practicas senderismo y promueves el ecoturismo, llenándote los pulmones de aire limpio mientras descansas la vista.
Te invito a que cuando esté lloviendo alces la cara para mirar el cielo y sientas las gotas de lluvia caer sobre tu cara de una manera constante, sentirte vivo y en contacto total con la naturaleza, no hay mejor medicina que realizar un viaje para olvidarte un poco de la vida diaria.
Digamos que es una terapia que necesitas para acomodar ideas y regresar a casa después, pero con una nueva forma de ver la vida. ¡Nunca dejes de viajar!