A lo largo de los siglos la humanidad ha tenido la necesidad de descubrir qué hay más allá del horizonte. La historia está marcada por innumerables travesías de hombres y mujeres que arriesgan todo lo que son y lo que tienen por saciar su sed de aventura. ¡Pero imagínate ser un turista espacial!.
Hemos conquistado la tierra, los mares y el cielo y lo seguiremos haciendo porque es nuestra naturaleza, pero ¿Cuál es la última frontera? o al menos ¿Cuál es aquella que nos resulta más retadora hasta el momento?.
Basta con mirar al cielo para descubrir que el espacio es el próximo paso. Pero ¿quien será el primer turista espacial?
El primer turista espacial
No sé ustedes, pero cuando era pequeño yo sí soñé con ser astronauta, y aunque haya tomado otro camino, hoy sé que puedo seguir soñando, no es demasiado tarde.
De hecho, existe un hombre que seguramente también lo imaginó y ya lo logró. Se trata de Dennis Titto, un millonario italoamericano que tuvo la oportunidad de ser huésped de la estación espacial internacional, fue el primer turista espacial y así será recordado para siempre.
Claro que el boleto no fue nada barato, le costó 20 millones de dólares por una estancia de siete días. Eso es a lo que yo le llamo un verdadero lujo.
¡Es hora de ahorrar!
Afortunadamente, para los que quieran seguirlo en su travesía ya no tendrán que juntar demasiado dinero.
Poco a poco se abre otra oportunidad que costará una fracción de lo que el señor Tito pagó en el año 2001. Se trata de los vuelos a bordo del SpaceShip de Virgin Galactic.
Hasta el día de hoy se han construido dos prototipos del SpaceShip, siendo el segundo el más óptimo para realizar los viajes.
Tiene una capacidad para seis personas y dos tripulantes, está construido de un compuesto a base de carbón el cual permite que la aeronave sea más ligera y por lo tanto más eficiente en cuestión de combustible.
Además su motor híbrido garantiza la máxima protección al ambiente.
Una aventura de otro mundo
La aeronave de la empresa británica promete una experiencia sin igual, llevando a los turistas mas allá del borde de la atmósfera en donde podrán observar a través de las ventanas, la curvatura de la tierra y el brillo de las estrellas.
La aventura empezará en la terminal Spaceport America en Nuevo México, la cual fue especialmente diseñada y construida para el despegue de vuelos espaciales, su localización es enigmática dada su cercanía a Roswell, sitio donde se supone se estrelló una nave extraterrestre.
Los afortunados en llevar a cabo este viaje tomarán un entrenamiento de tres días, la preparación técnica y física son parte de la fascinante experiencia.
El vuelo tendrá una duración de dos horas y media con 5 minutos de gravedad cero, durante los cuales los motores permanecerán apagados permitiendo escuchar el silencio del universo.
El costo del boleto es de 200,000 dólares, y aunque sigue siendo elevado, si lo comparamos con los 20 millones que pagó el primer turista pues resulta casi una ganga.
Hasta el momento hay más de 500 personas anotadas en la lista incluyendo a personalidades del mundo del espectáculo como el actor Hollywoodense Ashton Kutcher.
Vive la experiencia
No hay fecha definitiva para el primer lanzamiento pero se cree que será para el año 2013 cuando se cubran todas las medidas de seguridad pertinentes.
¿Se imaginan estar en esa lista? Esperando día con día que llegue el momento de realizarlo.
Mi corazón se acelera de imaginar lo que pasa por la cabeza de alguien que está a punto de abandonar la tierra, caminar lentamente a la aeronave y saber que esas piernas que lo sostienen pronto perderán su principal función al quedar sostenidos en gravedad cero.
Sentarse en el asiento, abrocharse el cinturón y mirar el desierto que es testigo de esta hazaña incomparable.
¿Qué pensará un viajero al escuchar las indicaciones que recibe el piloto desde la base? ¿Qué pasará por su mente cuando se enfile en la pista y es la hora de volar?
De pronto sentirá las vibraciones del primer impulso y dejará el suelo para elevarse por el cielo hasta que sea la hora de encender los propulsores.
Seguramente se escuchará un ruido inmenso, un palpitar incesante y de pronto, la obscuridad.
¡Hora de despegar!
Es el espacio inmenso quien los recibe, de un lado brillan las estrellas y del otro lado la tierra.
Observarla es darse cuenta que todo lo que conoce, por lo que se ha trabajado y los seres queridos se encuentran ahí abajo, todo parece tan pequeño casi sin importancia.
Los motores se apagan dejando al silencio del espacio dominar el ambiente, es un momento para conectarse con el todo, soltar las ataduras y flotar, dejarse llevar por la ausencia de gravedad olvidando todo lo que creían saber acerca de la física.
Así, conforme pasan los minutos llega la hora de regresar, llega el momento de echar una última mirada por la ventana a ese planeta que llamamos hogar.
Es un lugar y un instante para recordar por siempre, un parteaguas en la vida de cualquier persona que tal vez no asimile hasta mucho después de regresar.
Cada vez está más cercano el momento de vivir esta extraordinaria experiencia y seguramente en poco tiempo estará al alcance para todos aquellos que se esfuercen por alcanzar las estrellas.
Recuerda #NuncaDejesDeViajar.