El palacio de sal Uyuni, la Prehistoria dejó vestigios de su existencia en los lugares más recónditos del mundo, sin saberlo.
al voltear la mirada a uno de los países vecinos de México y Centroamérica encontramos algo realmente impresionante, prácticamente es un pequeño mundo futurista dentro de un país conocido como Bolivia, en donde se encuentra un desierto de Sal.
Pero, ¿Cómo es posible esto?
Imagina caminar por un gran lago constituido por Cloruro de Sodio contemplando el blanco reflejo a tu alrededor y por debajo de tus pies.
Ahora bien, imagina hospedarte en un hotel constituido en su totalidad con “sal” ¿extraño no?, quizá es sólo un poco difícil de creer, pero gracias a esta composición tan simple y común lo describiremos como inédito.
Ya que hasta la comida que se ofrece en la carta del restaurante es elaborada cuidadosamente haciendo uso de una peculiar preparación a base de sal, tal es el caso de la especialidad de la casa “Pollo a la sal”.
Los Salares de Uyuni
Los Salares de Uyuni se encuentran localizados en la Ciudad de Potosí, toman hogar en una peculiar isla llamada “Incahuasi” que se traduce como la “Casa del Inca”.
Son territorios casi celestiales que dan cobijo a especies como el flamenco rosado y por otro lado reflejan los mejores e insólitos paisajes que podemos encontrar en América Latina.
Teniendo entre sus aposentos 12,000 km2, los salares representan un rastro inminente de vida en tiempos prehistóricos, prueba de ello son los extraños cactus que los rodean y que también cuentan con miles de años de antigüedad.
Muchos consideran este ecosistema como un ambiente de pureza total y unos más como un paraíso salado.
La magnífica historia
La magnífica historia de este hermoso desierto de sal procede de un inmenso lago que tomó origen en estas tierras, se cuenta que en este lugar la economía giraba en torno al componente químico.
Los países vecinos hacían uso de éste a través del trueque, de ello fue la importancia y desarrollo económico de los pueblos indígenas de aquel entonces.
Brillante y demente idea en el palacio de sal Uyuni
Fue así que al boliviano Juan Quesada Valda se le ocurrió una brillante y demente idea ¿Por qué no construir un hotel de sal?, así que parte sus tierras dieron un giro completo de 360º dando rienda suelta a la imaginación.
Se construyeron paredes, techos, pisos y áreas comunes convertidas en el flamante hotel “Palacio de Sal” en 1998.
El cual despertó la inquietud de miles de turistas, no sólo del país, sino alrededor del mundo, logrando obtener gran reconocimiento en diversas revistas, televisoras y otros medios internacionales.
El regreso del Jedi
Estar en este lugar y mirar a través de sus ventanas por primera vez, hace que vuelen en la mente un millón de ideas.
Automáticamente me sentí transportada a una de mis películas favoritas “El regreso del Jedi”, con esos insólitos escenarios.
La impresionante estructura de este Palacio es peculiarmente parecida a una de las escenas de la película, la cual es una perfecta imagen de ficción y fantasía, logrando cautivar cada uno de los sentidos.
Peculiar Hotel
Este peculiar Hotel ofrece todas las comodidades que se requieren para que tengas una estancia totalmente agradable.
Cómodas habitaciones en forma de iglú, un comedor que ofrece carne de llama, pollo y cordero; un simpático bar, sala de juegos con su mesa de billar.
Todos los espacios y muebles están construidos con el mismo material del hotel, la sal.
Para los apasionados del deporte, también hay actividades como el Golf y aunque suene sorprendente, es un deporte que puedes practicar en este ambiente ya que el campo fue construido de manera minuciosa y es uno de los más especiales que se conocer.
Te regala una vista impresionante, sobre todo de Febrero a Mayo cuando es la temporada perfecta para lograr “hoyo en uno”, pues los relajados vientos se encuentran a tu favor.
¿Buscas algo que realmente te haga soñar?
¿Buscas algo que realmente te haga soñar? Los salares de Uyuni son para ello, apreciar la puesta de sol reflejada sobre el inmenso lago de sal es diferente cada tarde.
Apreciar la danza de las nubes que van abriendo paso a la mística noche, es un espectáculo único e inigualable.
Son de esos lugares ideales para el reencuentro con tu “yo” interno y unir al espíritu con tu alma.
Deslúmbrate por un desierto de sal, toma tus guantes, un buen abrigo y adéntrate en las frías temperaturas que ligeramente puedes sentir en el salar.
Déjate llevar por el sonido del viento mientras disfrutas de una estancia diferente en un lugar único en su género, un palacio de sal.
#NuncaDejesdeViajar