Cuentan que las olas te quieren decir algo cuando te acercas sigilosamente al mar y saludas hacia el horizonte, así es Manzanillo que te recibe con un mar calmado y atardeceres increíbles que aseguran una buena y merecida estancia. Te contamos qué hacer en Manzanillo Colima.
Ubicado en Colima, uno de los estados más pequeños de México, Manzanillo es toda una experiencia de viaje. A pesar de haber crecido como un puerto comercial, eso fue lo que precisamente le dio vida a este lugar.
Qué hacer en Manzanillo Colima. Comenzando primero como un astillero
En donde se construían barcos y transformándose a lo que es hoy en día, un gran puerto de mercancías y un polo turístico. De frente al océano Pacífico este paraíso se ubica entre dos bahías gemelas conocidas como la Bahía de Santiago y la Bahía de Manzanillo.
La primera bahía cuenta con hermosas playas como: Olas altas, Miramar y Santiago. La segunda de mayor extensión tiene playas como: las Ventanas, el Viejo, la Escondida, las Brisas, Salagua y las Hadas, entre otras.
Algunas de estas morenas y hermosas playas distan de pocos kilómetros de distancia entre sí, pero lo que no te puedes perder al asistir a ellas, es la extraordinaria comida del mar que ofrecen los diversos restaurantes locales.
Mientras observas los mejores atardeceres del pacifico Mexicano. ¡Imagínate degustar una rica langosta o un exquisito pescado frito, mientras las palmeras son el contorno de un atardecer dorado!
La playa La Audiencia hace mención al hecho histórico que le dio vida al puerto de Manzanillo cuando los barcos piratas deseaban conquistar estas exuberantes tierras, playas y selvas.
Los náhuatl quienes vivían pacíficamente recibieron en este lugar al representante de Hernán Cortés, el capitán Gonzalo de Sandoval y marcando en la historia el evento de “la audiencia” entre ambas razas.
A pesar de ser un puerto comercial, Manzanillo cuenta con un centro histórico que aún conserva su sabor a pueblo, frente al mar se localiza la Plaza Principal y su jardín de árboles profundos que resguardan a los paseantes con su apacible sombra.
Es el momento ideal para probar la “Tuba”
La conocida bebida proveniente de la palma de coco y combinada con otras frutas y hielo. El centro histórico se caracteriza por construcciones en blanco y sus hermosos callejones peatonales.
Sobre la avenida principal se encuentra una serie de comercios, restaurantes, hoteles, neverías y tiendas de ropa de playa y no pueden faltar los souvenirs.
Por las noches se lleva a cabo espectáculo con las fuentes danzarinas de más de veinte metros de altura, un espectáculo de luz y sonido que bien vale la pena admirarlo.
Claro está que no se puede dejar pasar la vida nocturna que se desenvuelve en los bares y “discos” de esta viva ciudad.
Por otro lado, Manzanillo es uno de los destinos románticos para escaparse con la pareja en unas merecidas vacaciones o luna de miel, el destino ofrece varias opciones de hospedaje.
En playa Las Hadas se encuentra un complejo turístico con arquitectura mediterránea que le ha dado nombre y prestigio al destino, hoy es símbolo de Manzanillo.
Pero además cuenta con una infinidad de hoteles para todos los presupuestos y gustos.
Si te gusta realizar paseos en una embarcación, lo recomendable es visitar las impresionantes formaciones rocosas como los frailes, el elefante y la caguama.
También en la playa Boquita. Se encuentran los restos de unos veinte barcos que encallaron en los 50´s. Y que se encuentran ahí esperando a ser fotografiados mientras cuentan su trágica historia.
La capital del Pez Vela
En un destino como Manzanillo no puede faltar una gran oferta de actividades de aventura. Ya sea acuáticas como el surf, nado con snorkel, kayak o buceo; o bien actividades al aire libre que van desde paseos a caballo, cuatrimotos, Golf y la pesca deportiva.
Cada vez que pienso en Manzanillo recuerdo con gusto sus blancas casonas y hoteles. Que combinan con las abundante vegetación, la montaña y sus playas de fina y morena arena. Entonces regresa a mi mente mi primer contacto con el mar pacífico.
Sentir cómo las olas llegan a los pies de una forma delicada invitándome a regresar, aún corre esa emoción, es momento de planear.