En 1965, se lanzó lo que sería la décima misión espacial de Estados Unidos, mejor conocida como Gemini 4. En ella, los tripulantes James McDivitt y Edward White tenían la encomienda de realizar el primer paseo espacial. Sin embargo, lo que descubrieron fue un enorme ojo que los miraba desde la tierra de forma penetrante y amenazadora… habían descubierto el Ojo del Sahara.
La GRAN POLÉMICA científica
El Ojo del Sahara, o también conocido como la Estructura de Richat, es una estructura geológica ubicada en el desierto de Sahara. Su círculo casi perfecto tiene un diámetro de 50 kilómetros, y reposa en el país islámico de Mauritania.
Al momento de su descubrimiento, la comunidad científica comenzó un enorme debate, lanzando hipótesis sobre lo que podría haber provocado la creación del ojo. En un principio, se consideró el antiguo impacto de un enorme meteorito, lo que explicaría su forma circular y oblicua.
Poco después, se supuso que tenía que ver con algún movimiento en las placas tectónicas, lo que provocaría los extraños anillos dentro del Ojo del Sahara.
A falta de pruebas, el origen del Ojo del Sahara fue tomado por los amantes de las pseudociencias, quienes supusieron que se trataba de un vestigio de la Atlántida; la antigua ciudad descrita por Platón en sus diálogos, ya que la describe con una enorme isla en Asia Menor.
Otros más conspiranoicos aseguraron que eran los restos de una estructura monumental alienígena… nada extraño en la actualidad.
Más de 50 años de MISTERIO sobre el OJO de SAHARA
No fue hasta el 2014 que un estudio publicado por la Journal of African Earth Sciences logró darle una explicación a tan asombroso fenómeno:
Para empezar, los anillos dentro del Ojo del Sahara pudieron haber sido provocados por la separación de Pangea. Pero la presencia de roca volcánica debajo de la tierra fue lo que las empujó, dándole esa extraña forma de cúpula.
Su LEJANÍA en el tiempo
La estructura del Ojo del Sahara está formada por rocas calizas, demolías, basalto, kimberlita y rocas volcánicas, con capas que van desde los 550 hasta los 2500 millones de años; eso es muchísimo antes de que los dinosaurios pisaran la tierra.
En la actualidad, estas formaciones se pueden visitar a través de expediciones que salen de Mauritania; sin embargo, no es un paseo para débiles, ya que el clima y la lejanía de su ubicación suelen ser condiciones duras para los viajeros; lo que es un bajo precio a pagar para presenciar este bello accidente geológico.
¿Te animas a visitar el ojo del Sahara?
#NuncaDejesDeViajar