Un lugar místico en donde podemos celebrar el día de muertos es Mixquic, uno de los sitios más visitados en estas fiestas típicas de México.
Los antiguos pobladores de esta región se cree que fueron toltecas y chichimecas que constituyeron una población independiente.
La celebración de día de muertos en Mixquic está muy apegada a la antigua tradición. Esa combinación de secretismo religioso de la mezcla de la cultura española y prehispánica.
Tradición pura
Hablando un poco de la muerte prehispánica y de acuerdo al códice Chimalpopoca, se menciona que los hombres eran creados por los huesos de los muertos.
Por eso para los prehispánicos la vida y la muerte estaban relacionadas; la vida es un paso a la muerte y de nuevo el regreso a la vida.
Los antiguos mexicanos no veían a la muerte como motivo de tristeza o temor, porque no la concebían como el fin de la existencia.
Su inmortalidad iba a transcurrir dependiendo de las causas de cómo morían.
Había diferentes moradas donde los antiguos mexicanos continuarían su existencia.
Por ejemplo, había un paraíso que correspondía a Tláloc, ahí iban a llegar todos los que murieron relacionados con el elemento del agua como los ahogados, la gota, por un rayo, etc.
Este lugar de descanso y regocijo contaba con una gran cantidad de vegetación y alimentos.
Mictlan, el reino de abajo
Para todos aquellos que no eran elegidos para llegar al paraíso se iban al Mictlan. Que era el lugar de los muertos o mundo inferior en donde reinaba el rey Mictantecutli y la reina Mictlancihuatl.
Aquí llegarían todos aquellos que morían de manera natural.
Para llegar a este lugar tenían que vencer varios retos y peligros para continuar con su existencia y esto pasaba a lo largo de 4 días después de haber fallecido.
Por eso se les ofrendaban en compañía de amuletos y obsequios. El fallecido tenía que atravesar dos montañas que chocaban entre ellas y que podían aplastarlo, enfrentar a Xalchitonal una terrible lagartija y a un cocodrilo.
Posteriormente debía subir 8 colinas y soportar un viento helado que les arrojaba piedras y cuchillos de obsidiana.
Después debía atravesar el Chiconahuapan, un ancho río montado en un perrito Itzcuincle, finalmente el alma llegaba a su destino.
El Mictlan, el Sr. y Sra. de los muertos lo encaminaban a una de las 9 regiones, en los que se dividía el reino que no era un lugar de tinieblas ni de castigo, simplemente era el lugar o morada de los muertos.
Los muertos no mueren, sino se van a vivir a otro lado
Los pobladores enterraban a sus muertos en chinampas, una especie de islas a lado de sus casas. En donde se les colocaban ofrendas con agua, sal, rajas de ocote (en lugar de velas) así como pescado fresco.
Esto lo hacían desde el momento que fallecía una persona y dentro de los 4 días siguientes se les llevaban más ofrendas.
Todo esto lo hacían porque consideraban que el alma del difunto comenzaba su camino hacia el Mictlan o mundo de los muertos.
Después con el paso de 80 días volvían a colocar esas ofrendas y nuevamente a los 160 días.
Es así como se concluye que con la fusión de las culturas, la noche de muertos se basa en la creencia que las almas visitan a sus parientes en esta época.
Hoy en día, la celebración actual se conserva con el concepto “los muertos no mueren, sino se van a vivir a otro lado”
31 de Octubre dedicado a los niños
La tradición de celebrar el día de muertos en Mixquic comienza el día 31 de octubre a medio día. Cuando se anuncian doce campanadas para recibir a las almas de los niños.
Ya la gente se preparó, limpió su casa e instaló la ofrenda con flores blancas para las almas infantiles, además de agua, sal, flores y velas prendidas.
A las tres de la tarde repican las campanas, nuevamente invitando a la oración y a la ofrenda se le anexan las frutas de temporada.
Incienso, candelabros para las velas, floreros, comida, dulces, bebidas (atole, leche, chocolate, refrescos, café, agua) y el pan de muerto que se hace especialmente para esa fecha.
No se puede olvidar de colocar dulces y juguetes.
Se van los niños, llegan los adultos
El día primero de noviembre por la mañana se les pone el desayuno a los niños, anunciándolo con repiques de campanas y a las once, se ofrece una misa de gloria para despedirlos.
A medio día se vuelven a tocar las doce campanadas para anunciar la partida de los niños y se doblan las campanadas para anunciar la llegada de los adultos.
Aquí se cambian las flores blancas por las amarillas, se colocan nuevas velas tanto para los ausentes como para las almas olvidadas.
Además la ofrenda se complementa con frutas, tamales y comida con chile y bebidas alcohólicas como pulque y tequila; cigarros o puros y todos aquellos gustos que tenía en vida el difunto.
A las 7:00 p.m. se anuncia a una misa especial para el campanero.
2 de Noviembre
El día dos de noviembre por la mañana se ofrecen alimentos, la gente va al cementerio y hace limpieza de las tumbas.
A partir de las 6 de la tarde la gente adorna las tumbas con flores de Cempasúchil (Cempaxochitl) y se prenden velas y veladoras para llevar a cabo la alumbrada.
Este acto es muy interesante, todas las tumbas son adornadas con pétalos de flores formando figuras como vírgenes o cruces.
Y posteriormente les colocan velas que al ser encendidas se aprecia un espectáculo lleno de misticismo, acompañado con el olor del copal.
Se forma todo un ambiente de respeto y de oración. Por la noche se velan a los difuntos en el panteón y en la feria del pueblo se venden toda clase de antojitos mexicanos, incluyendo entre ellos el pan de pueblo.
¡A comer se ha dicho!
El día 3 de noviembre se hace el reparto de la ofrenda que no es más que compartir los alimentos de lo que estaba en el altar de la ofrenda, entre familiares compadres y amigos.
Si vas a Mixquic el día de muertos o en otro día, no olvides visitar su parroquia de San Andrés apóstol ya que es el monumento histórico más interesante por su belleza arquitectónica. Edificada por frailes agustinos.
Su advocación es a San Andrés y se le celebra cada 30 de noviembre. Cuenta con unos interesantes y dorados retablos.
En el patio exterior de la iglesia se expone una muestra arqueológica muy interesante.
Una de las piezas más importantes fue trasportada por los chichimecas desde el monte Ayaquemetl, se trata de una representación a Mixquixtli; la muerte.
Mixquic se encuentra en el sureste de la ciudad de México, es uno de los 7 pueblos que integran la delegación Tláhuac.
Para llegar en auto toma la prolongación división del norte hasta que se convierte en Xochimilco-Tulyehualco y sigue los señalamientos a Mixquic.
También puedes llegar por la carretera Mixquic – Chalco. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar.