Cada ciudad en México es un mundo de cultura. gastronomía, música, costumbres y danzas, cambian según la latitud en donde te encuentres, conozcamos la Danza de los Viejitos. Una de las danzas más difíciles de bailar.
Es impresionante ver cómo las culturas se han desarrollado de forma diferente en un sólo país y las manifestaciones en cada región pueden variar radicalmente.
Desde la comida, el lenguaje, la artesanía y hasta las propias danzas que tienen un toque singular de alegría nos sorprenden.
Más que una danza
Tal es el caso de Michoacán en México, un estado que ofrece un mosaico de tradiciones arraigadas que lo convierten en multicultural.
Una de esas manifestaciones especiales es la “Danza de los Viejitos” o T´arche Uarakua, un baile contagioso en vigor que muestra el sentido del humor de sus protagonistas.
Muchas danzas en el México prehispánico y colonial se le han dedicado a los viejos dioses como “Huehueteotl” un anciano arrugado, dios del fuego al que se le rendía culto en la Mesoamérica antigua.
Este tipo de bailes han ido cambiando y hoy se honra la sabiduría y la experiencia de los ancianos o viejos a través de bailes.
Bailes que se transmiten por generaciones como es el caso de los famosos “Huehues” y los “Huehuenches”.
Sarapes, máscaras y baile
Pero la “Danza de los Viejitos” realizada por los “Tarascos” o “Purépechas” es toda una tradición. Se trata de regiones como la sierra Michoacana o la zona lacustre que rodea al famoso lago de Pátzcuaro.
El colorido sarape que llevan en la Danza de los Viejitos es parte de un atuendo que semeja la vestimenta que los ancianos se resisten a abandonar.
Debajo de este detallado telar, visten ropa de manta (camisa y calzón) color blanca y sus acostumbrados huaraches que son básicos para dar un verdadero zapateado conocido como “aguacero”.
Niños, jóvenes y adultos se esconden detrás de las curiosas máscaras de los viejitos, la mayoría sin dientes, con mejillas rosadas que muestran una piel joven a pesar de que el resto de la máscara se vea arrugada.
Llevan fibra de zacate, la cual simula las canas, tanto en el pelo como en las cejas.
Las máscaras pueden ser de pasta de caña de maíz, de barro o lo más común, de madera, – Michoacán se caracteriza por crear artesanía en madera – tallarlas es todo un arte.
Las facciones deben mostrar alegría y buen humor, pero sobre todo, deben verse como personas humildes y sencillas.
¡Todo un espectáculo!
Ver la Danza de los Viejitos en escena es todo un espectáculo. Inician caminando con su bastón en mano y mostrando una serie de movimientos encorvados, quizá con dolencias y achaques.
Después, al cambiar la música se convierten en unos danzarines vigorosos y ágiles.
Sorprenden por su zapateado continuo y con un alto grado de dificultad que pareciera que las piernas se les fueran a enredar.
Con seguridad esta danza es una de las más complicadas, ya que los pies están conectados al cerebro como si se tratara de una melodía bien sincronizada.
Dan ganas de aprender a zapatear o huarachear como los viejitos cuando estás frente a ellos al ritmo del violín y la guitarra. En el baile, algunos hacen burla de su caracterización, agregan movimientos chuscos como los adultos mayores.
Otros regañándose entre ellos, y unos más cayéndose al suelo mientras el resto trata de resucitar al quebrado.
La danza y la religión
La danza de los viejitos puede durar horas, normalmente algunos danzantes realizan votos para venerar a algunos santos o cumplir una manda, para pedir un favor o realizar un viaje, hay tantos significados.
Lo interesante es que siempre están relacionados con el calendario religioso, por ejemplo, es tradicional ver viejitos danzando el día de la Candelaria, el de la Epifanía y en la navidad.
Por ello, los viejitos consideran al niño Dios como su patrón, tal vez de ahí que se vean y se perciban tan jóvenes.
En algunos pueblos michoacanos podrás observar comparsas o grupos regionales que se reúnen en el atrio de las iglesias.
Estas personas son los invitados de honor de las familias michoacanas que los esperan en casa con grandes banquetes o festines.
Puedes sorprenderte cuando de pronto uno de estos personajes se quita la máscara y te demuestra que no debemos juzgar la capacidad y agilidad de un señor bastante mayor. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar.