Para conocer la creación del Cristo del Abismo en Italia, tenemos que conocer a Duilio Marcante. Duilio es considerado, junto con Luigi Ferraro, el padre de la educación del buceo italiano. Ambos fueron responsables de crear el método didáctico italiano encargado de introducir a la gente al mundo del buceo.

Inspiración en la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
No obstante, Duilio vivió en tiempos difíciles, teniendo que atravesar la Segunda Guerra Mundial, una situación que afectó profundamente su trabajo. Fue así como, durante la guerra, decidió, junto a sus demás amigos, trasladarse a Liguria, donde se trabajaba con una nueva tecnología de aparatos respiratorios… tecnología a cargo de Darío Gonzatti.

Darío Gonzatti fue un inventor conocido por crear, junto con Duilio y sus amigos, los primeros prototipos de aparatos respiratorios de oxígeno, mejor conocidos como ARO. Su inspiración para este invento surgió de los respiradores utilizados por la Armada italiana.
El CRISTO del ABISMO
Durante una inmersión probando el ARO, Darío Gonzatti falleció trágicamente. Conmocionado, y como una forma de honrar a su amigo, Duilio presionó para colocar una estatua de Cristo en el fondo del mar. La construcción de la estatua estuvo a cargo del escultor Guido Galetti, significando un enorme reto conseguir los materiales después de la guerra. Para construirla se derritieron medallas, elementos navales y campanas para obtener el bronce.
Finalmente, en 1954, la estatua de 2.5 metros de altura, fue colocada a 17 metros de profundidad en la bahía de San Fruttuoso, con apoyo de la Marina Italiana y un grupo de buzos. Años después, tras la muerte de Duilio, se colocó en su honor, una placa en la base de la estatua.
Actualmente, visitar al Cristo del Abismo sigue siendo una de las atracciones más fantásticas de Liguria; sin embargo, si no eres fanático del buceo, puedes ver una réplica en la iglesia de San Fruttuoso. De hecho, existen réplicas en diferentes partes del mundo; las más famosas se encuentran en Quintero de Chile y Key Largo de Florida.
Además, cada 15 de julio, los habitantes de la región realizan una procesión, llevando ofrendas florales hasta el Cristo del Abismo, que, con sus manos extendidas al cielo, alienta a todos los que se sumergen, a salir nuevamente.
El Cristo del Abismo, sumergido en las profundidades de la bahía de San Fruttuoso, es una obra maestra que combina arte y naturaleza. Para visitarlo, puedes tomar un vuelo directo con Aeroméxico desde México a Roma, y desde allí, un corto viaje en barco o autobús te llevará a este impresionante destino.
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