Si viajar en un avión durante un par de horas ya es medio tedioso para uno como adulto, imagínate lo que deben sentir los bebés o niños pequeños cuando se les tapan los oídos por la despresurización de la cabina, mira aquí estos consejos para viajar con bebés.
Ellos necesitan distraerse todo el tiempo con el movimiento de personas o cosas.
El hambre, estar sucios, tener sueño y demás motivos que desconocemos de los bebés, son un enigma incluso para las madres que los llevan en brazos en pleno vuelo y que son objeto de miradas y el chistar del resto de los pasajeros.
Recientemente estuve a bordo en plena temporada vacacional y durante el vuelo parecía que los pequeños se habían puesto de acuerdo para ver quien gritaba o lloraba más fuerte, realmente era un concierto desafinado e interminable.
Por lo tanto para viajar junto o cerca de ellos debemos estar preparados física y mentalmente, sobre todo si se trata de vuelos de conexión o de larga travesía.
¡Toma nota de esto!
Así que aquí te presentamos unos consejos que bien te podrán servir a ti, si eres madre y vas al aire con tu bebé, o si estás cerca de una de estas desesperadas mujeres puedes sugerirle alguno de los siguientes tips.
Al momento de registrarte, solicita un asiento con espacio adecuado para tener más movimiento, por lo tanto el personal de tierra verá la posibilidad de documentarte en los primeros asientos del avión.
Digamos los que se encuentran después de la primera clase y son conocidos como Bulkhead, de otra forma pide que te asignen en un pasillo.
Los niños menores a dos años todavía se consideran infantes y van en brazos, sin embargo siempre es mejor comprarle un asiento junto a ti para que pueda descansar sobre todo si se trata de un vuelo largo.
Los bebés son muy inquietos y se aburren muy pronto durante el vuelo, trata que el bebé no se duerma hasta que llegue el momento de abordar.
Así estará más cansado y te dejará descansar a ti también, cámbiale el pañal antes del vuelo.
Los básicos para tu bebé
Si compraste asiento para el bebé, algunas líneas aéreas cuentan con cunas de vuelo, resérvala con antelación con una llamada telefónica y lleva una manta.
También puedes llevar la silla de auto y quizás tengas suerte de que te proporcionen algún asiento vacío en caso de que el vuelo tenga algunos disponibles, de otra forma, la documentarán de última hora en el abordaje.
Es recomendable darle a tu bebé algo para chupar o beber durante el despegue y el aterrizaje esto evitará que se le tapen los oídos.
También cerciórate de que no tenga la naríz congestionada antes del vuelo ya que ello también provoca el dolor de oídos tapados.
No cargues con muchas cosas en el vuelo, lo básico puede ser: alimento como leche, papilla o galletas, pañales, toallitas húmedas, una toalla de limpieza, una muda de ropa para el bebé y una playera para ti, evita la vergüenza de tener un accidente y no estés preparada.
No olvides una manta para cubrirlo del frío del avión, no le des revistas de vuelo a los niños, por lo regular las rompen y además se pueden cortar sus finos deditos con las filosas hojas.
¡Empaca todo lo necesario!
Los juguetes son un buen distractor, la recomendación son unos de goma y que sean pequeños y no estorbosos.
También los espejos pequeños son buenos complementos o una Tablet para que se distraiga con los dibujos animados, de hecho ya hay aplicaciones para bebés.
Si tu nene es llorón seguro te hará una escena en pleno vuelo y puede durar horas. Para ello consulta al pediatra antes del vuelo para que le recete un medicamento para que le de sueño, esto es sólo en casos necesarios.
Si el llorón no se controla lo recomendable es caminar por el pasillo a pesar de las miradas, puedes ir constantemente al baño para que se distraiga con el espejo.
Pide a la sobrecargo que te auxilie con calentar un poco la leche o el jugo ya que seguramente el bebé estará deshidratado por el aire dentro del avión.
Algo que no puedes olvidar
Recuerda que la leche tibia es un excelente somnífero, puedes pedir que te ayuden a preparar su fórmula.
Si alguien se te acerca a ofrecerte su ayuda, acéptala ya que hay personas que tienen imán con los críos o que ya han pasado por esas vivencias y sabrán qué hacer.
Tal vez es momento de pasarles la “estafeta” mientras vas al baño o comes algo, por ningún motivo olvides cargar con un chupón.
Ahora que si tú no llevas al bebé pero está cerca de ti, aquí también te recomendamos lo siguiente:
Si eres poco tolerante a los llantos de los niños, pídele al sobrecargo que te cambie de lugar de la manera más discreta. Hazlo antes de que despegue el avión, así la madre no se sentirá agredida ni humillada.
Si no hay esperanza para cambiarte de asiento lo recomendable es llevar un par de tapones para los oídos que te permitirán descansar durante el viaje. También los audífonos y tu reproductor de música te apartaran de todos los sonidos exteriores.
¡Consiéntelos en su viaje!
No está de más llevar un juguete de goma que en lo personal me ha servido para prestárselo a los bebés para distraerlos. Y ha funcionado muy bien.
Si vas en un pasillo, ofrece a la madre tu lugar, así ella podrá sentirse libremente de levantarse del asiento sin estar solicitando permiso para pasar y arrullar a su niño.
Lo más importante es ponerse en el lugar de las personas que llevan infantes. No es una tarea fácil he visto padres como desesperados le cantan a sus niños o se los pasan de unos brazos a otros sin mucho resultado.
Créeme que sólo viajan en casos necesarios, lo menos que podemos hacer es mostrarnos empáticos y refugiarnos en nuestra lectura y música.
Sigue estos consejos para viajar con bebés y #Nuncadejesdeviajar.