¿Sabias que la Ciudad de México y la Calle río Magdalena en la CDMX era un conjunto de lagos y mantos acuíferos y además se podía respirar una atmósfera llena de tranquilidad?
Hoy en día esta urbe sigue creciendo a pasos agigantados y los territorios de paz y naturaleza -como los de antes-, son devorados por la mancha citadina.
Lagos y ríos se convirtieron en avenidas concurridas y aunque hay personas que no les toco verlo, algunas calles siguen manteniendo su identidad y solo hay que descubrirlas.
Tal es el caso de la colonia Chimalistac en donde se encuentra la calle Río Magdalena, también conocida como Avenida Paseo del río.
Todo comienza un par de siglos atrás en donde fluia la vida de una gran hacienda con huertos que pertenecían al Antiguo Barrio del Carmen.
Con el paso del tiempo este lugar se convirtió en una extensión del barrio de San Ángel.
Camina unos pasos mas…
Es por eso que a lo largo de esta calle y de la colonia se siga viendo la arquitectura típica. Con casonas coloniales de basamentos de cantera o piedra volcánica, muy característica de la zona del pedregal.
Al recorrer este lugar te recomendamos iniciar en la esquina con la calle Miguel Ángel de Quevedo, ahí hay varias librerías.
invierte al menos dos horas para recorrerlas estamos seguros que saldrás con las bolsas llenas de buenas obras literarias.
si lo prefieres también hay varias cafeterías que te invitan a degustar un delicioso café mientras comienzas tu lectura.
Ahora sí, camina y adéntrate al paseo donde el Río Magdalena llenaba de prosperidad esta zona. Entre las casonas que verás a tu paso se encuentran aún, los vestigios de antiguos molinos.
Estos funcionaban para abastecer a la que hoy conocemos como la Plaza Loreto, un antiguo obraje de San Ángel.
Calle río Magdalena en la CDMX
En cada esquina de las calles arboladas te invitamos a detenerte para ver las curiosas placas. En donde se explica el origen de sus nombres, es muy interesante saber que esta colonia tiene una trascendencia de años.
Ejemplo de ello son los nombres de las calles en náhuatl como Oxtopulco y Cumaná y por otro lado las virreinales: Vizcainoco, del Hipo, del Secreto, entre otras más.
Sobre lo que fue el caudal del río Magdalena hoy en día es una zona con árboles y pasto, donde las pistas para correr son favoritas de los vecinos que gustan de hacer ejercicio.
A lo largo de la vía, hay varios puentes de piedra que fueron la conexión entre ambos sentidos. Aquí podrás detenerte para admirar los arcos y las pequeñas barandas que señalaban el antiguo camino.
Es una fortuna que la mayoría de los callejones siguen conservando su empedrado característico.
Las casas que se encuentran dentro de la colonia destacan una arquitectura moderna que contrasta con las casas de pueblo, pioneras en la fundación del barrio del Carmen.
Mejor que Europa
Algunas de estas viviendas cuentan con chimeneas y hasta torrecillas; unas más están decoradas con motivos florales y arcos de cantera, mientras que su estilo hace que parezcan casas de alguna localidad europea.
Conforme vas avanzando, verás la calle Del huerto, en donde su glorieta resguarda una singular fuente de piedra.
al seguir caminando verás la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, con su cruz de arbusto y una bella la cúpula de mosaicos ubicada en la casa de a lado.
Más adelante podrás percibir un aroma a hierbas y flores, la calle se vuelve un poco más amplia y un cuadro pintado en mosaicos te mostrará cómo fue esta colonia a inicios del siglo XIX.
Justo ahí se encuentra el vivero Bruno Newman, un pequeño lugar natural en donde se siembran y cultivan flores, plantas de ornato, árboles y se brinda capacitación a quien guste tomarla.
Vale la pena un paseo por la parte sur de la CDMX, desde este sitio puedes dirigirte a Ciudad Universitaria, al barrio de San Ángel y al de San Jacinto, o a la verde y boscosa región de la Magdalena Contreras.
Justamente donde esta calle el río llenaba de vida al campo de una ciudad que busca rescatar sus espacios verdes. #nuncadejesdeviajar