En la zona de los Altos de Jalisco, existe un pequeño pueblito, llamado Santa Ana de Guadalupe en el que recuerda a uno de los mártires de la Guerra Cristera el cual es San Toribio.
Acompáñame a descubrir la historia de este Santo, que el mismo Papa Juan Pablo II, canonizó en el año 2000 como el Patrono de los indocumentados.
¿Qué relación tiene San Toribio con los migrantes?
Según cuenta la leyenda, un migrante que intentaba pasar de México a Estados Unidos, estaba perdido, hasta que se encontró con San Toribio, quien lo guio y hasta le regaló unos dólares, como compensación el migrante tendría que visitarlo a Santa Ana de Guadalupe.
Unos años después, el migrante decidió visitarlo y cuál fue su sorpresa, que años atrás el personaje que lo ayudó, había fallecido muchos años antes de conocerlo.
Hasta hoy en día, no se ha podido identificar al migrante, sin embargo, historias como esta han surgido a través del tiempo de quienes afirman haber tenido alguna ayuda de él, al momento de intentar cumplir el sueño americano.
¿Quién era San Toribio?
Toribio Romo González, nació el 16 de abril de 1900 en el pueblito de Jalostotitlán, localizado a unos pocos kilómetros donde se erige su templo. Desde los 13 años, estuvo en contacto con la religión católica, dedicándose tiempo completo al catequismo.
En la mañana del 25 de febrero de 1928, los federales lo capturaron y lo fusilaron, debido a que en la época, el país prohibía prácticas religiosas. Veinte años después sus restos se trasladaron a la capilla que él mismo había construido.
¿Cuándo se recuerda a San Toribio?
Cada 18 de diciembre, justo cuando es el Día del Migrante. Asisten varios creyentes con la esperanza de que los ayude en su travesía por el desierto, o bien asisten a dar gracias por haber logrado su cometido.
¿Existen otros altares en su honor?
Sí, en Tijuana, existe la Parroquia Santo Toribio Romo, en la que suelen impartir talleres de capacitación en catequismo.