Para tomar valor, divertirse o saborear, el tequila está presente en todos lados, que, con su sabor fuerte y calor en la garganta, ya es todo un símbolo de la hospitalidad jalisciense.
“Es TEQUILA, Pero se apellida MEZCAL”
Como mencionamos, esta será una breve guía donde aprenderás lo básico a la hora de catar un tequila; pero para iniciar, es primordial saber que el tequila es una bebida producida a partir de la fermentación y el destilado del agave tequilano de la variedad azul. De hecho, es considerado como un tipo de mezcal.
“El FUSIL para la GUERRA”
Para poder realizar tu catado correcto, es recomendado contar con una copa tequilera o riedel. Esta tiene una forma de flauta que ayuda a mostrar de mejor manera las cualidades de la bebida, algo que no podría hacer un caballito tequilero.
PASO 1: De la VISTA nace el amor
Para poder iniciar tu catado, lo primero que tendrás que hacer es analizar el color. Mira bien su tono… ¿es amarillo, cristalino, ámbar o amaderado? Esto, te dará una idea de su tiempo de añejamiento.
También, al girar la copa, observa cómo se forma una corona en la parte superior del líquido. Mira bien si se generan lágrimas que se desprendan de ella. Esto te ayudará a saber si se trata de un tequila ligero, medio o entero.
PASO 2: Olfato, el sentido de la INMORTALIDAD
El segundo paso se trata de percibir los aromas, los cuales dependen del proceso de destilado que haya tenido el tequila. Usualmente existen más de 600 aromas… pero los más usuales son aromas como la vainilla, la madera, flores, cítricos o hierbas.
Déjate llevar por los olores que conozcas y no tengas miedo a mencionarlos. Si algún olor te recuerda a la leña o fogata que viviste cuando eras niño, puedes mencionar que tiene una “fragancia amaderada”. Aquí todo se basa en recordar y saberlo expresar. No necesitas ser un experto.
PASO 3: El tequila… solo puro SABOR
El último paso consiste en detectar los sabores que sientas al probar la bebida, pero para iniciar tienes que preparar tus papilas gustativas: toma un pequeño sorbo y mantenlo en tu boca durante 10 segundos; esto activará tus pupilas para degustar.
¿Es dulce, salado, amargo o ácido? Todo dependerá de lo que sientas en la lengua. Pueden existir varios sabores en un mismo trago, y, además, estos se pueden intensificar por el maridaje con el que se acompañe.
Para que te des una idea, te dejamos un pequeño prontuario para que puedas conocer los 3 tequilas más comunes con los que te puedes encontrar:
TEQUILA BLANCO
Visualmente es cristalino o platinado. En su aroma y sabor es más fácil distinguir tonos frescos, como hierbas, cítricos, agaváceos, frutales o florales. Suele acompañar a las carnes blancas, mariscos y ensaladas.
TEQUILA REPOSADO
Este destilado tiene colores similares al amarillo paja o dorado. En su aroma y sabor, hay tonos amaderados, frutas y especias. Suele acompañar a las carnes rojas, salsas y moles.
TEQUILA AÑEJO
Aquí la coloración destacada es el ámbar, que coquetea con el color cobre. En su olor y sabor se perciben tonos de frutos secos, madera, aceitunas, miel, vainilla o especias, aunque de forma más robusta. Suele acompañar a los postres, chocolate amargo y moles.
Si quieres vivir una experiencia completamente tequilera, puedes visitar el Tren Tequila Express: un tren turístico ubicado en Guadalajara: la tierra que vio nacer el tequila, y que te dará una experiencia de este maravilloso destilado.
“Con TEQUILA, la MUERTE ni se siente“
Así que ya sabes. La próxima vez, recuerda que lo que estás por beber no es solo un tequila. Es una bebida que ha pasado por cientos de culturas y generaciones, cruzando tierras y cielos, para estar lista solo para ti.
#NuncaDejesDeViajar