Cuando digo en voz alta que no me gusta el chocolate todo el mundo me voltea a ver como si hubiera dicho que maté a alguien. ¿Esto también aplica para los que no les gusta viajar?
En más de una ocasión me han preguntado ¿Por qué? Y lo primero que se me ocurre contestar es ¿Qué tiene de bueno?
Pero como responder con otra pregunta es de mala educación pues no me queda otra. Ese, es el mismo sentimiento de incomodidad que experimentan las personas que no les gusta viajar.
¿Socializar nos motivaría a viajar?
Cuando la mayoría de las personas conocen a alguien suelen incluir los viajes en el top de sus hobbies. Es una pasión tan popular que casi la damos por sentado.
Viajar es una manera increíble de experimentar el mundo sin embargo, no todos comparten la misma tendencia por la aventura de conocer nuevos lugar.
No es “cool” evitar una aventura épica, tal vez algunos están destinados a la adrenalina mientras que otros están destinados a la comodidad y la relajación.
¿Qué razón podrían tener para no viajar?
El dinero es uno de los motivos principales por los cuales la gente se queda en casa, pero seamos sinceros la mayoría de las ocasiones no es la falta del “billete” sino que es cuestión de preferencias.
Las personas sedentarias optan por invertirlo en otras cosas como ropa, autos, la educación de los hijos, muchos viajeros se endeudan con tal de llegar hasta ese lugar que nunca han visitado.
¿Podría ser el tiempo de viaje?
El tiempo en el mundo moderno ha hecho que nos obsesionemos con alcanzar los objetivos profesionales, sobre todo en países donde pedir días de descanso está mal visto.
Para algunos trabajadores tomar un tiempo fuera representa desacelerar su carrera o perder ventas de sus negocios.
¿Será la falta de costumbre?
Puede ser una costumbre heredada, sin embargo no todos estuvieron expuestos a esa experiencia cuando era pequeños, simplemente nunca lo vivieron y no desean hacerlo ahora.
Abordar aviones, registros en hoteles, oficinas de migración o exponer la tarjeta de crédito a reservaciones en línea son actividades cuyo beneficio no es tan atractivo para todos.
¿Viajaste demasiado?
Los viajeros de negocios son los primero en decir que no les gusta eso de andar fuera de la ciudad, en muchas ocasiones deben de tomar un vuelo en la mañana y regresar por la tarde.
Suele ser una rutina desgastante, sobre todo si se lleva muchos tiempo haciéndolo. Para ellos la felicidad es llegar a casa después de un día en la oficina y tirarse al sofá a ver “El señor de los cielos” en Netflix.
¿ No les gusta viajar por miedo a la soledad?
Podríamos estar rodeados de gente a la hora pico del metro de Beijing y aun así sentirnos extremadamente solos.
El idioma, las costumbres y hasta la comida representa una frontera que aísla a las personas haciéndolas sentir haciéndolas sentir tristes.
Por su cabeza no cabe la idea de poder disfrutar una situación solitaria donde no se pueden comunicar, no saben dónde están y lo peor es que no tienen con quien compartirlo.
¿Podría ser incertidumbre?
Hay quien no soporta perder el control por ninguna circunstancia y es que aunque pasemos muchos meses preparado hasta el último detalle del viaje siempre habrá sorpresas inesperadas.
Significa un reto para quienes prefieren permanecer en su zona de confort. Así son felices sin ninguna molestia. ¿Para que ir del otro lado del mundo a tomarse una selfie cuando pueden verse el espejo en cualquier momento?
Al final del día los viajes como cualquier otra actividad es cuestión de gustos, el hecho de que existan personas diferentes hace a este mundo un lugar maravilloso.
Si tú eres los que no les gusta viajar, bien por ti, seguramente habrá otras cosas interesantes que prefieres hacer, cuéntanos cuales son y disfruta tu hogar.
Recuerda #NuncaDejesdeViajar