Chefchaouen Marruecos, visita y se parte de el arte que este destino ofrece ya que figura como un lienzo mientras lo caminas.
Hay una famosa obra de Van Gogh llamada “La noche estrellada”. Una de mis pinturas favoritas que nunca dejará de fascinarme por sus infinitos tonos azules.
Y tú ¿Alguna vez haz soñado estar dentro de una pintura?… ¡Yo sí! Ese era mi sueño, al ver el lienzo, imaginaba pasear entre esas pequeñas casitas de tonos celestes.
Chefchaouen Marruecos, disfruta de la ciudad
Habíamos llegado a Chefchaouen, una pequeña ciudad ubicada al noroeste de Marruecos fue nuestro penúltimo destino en este país y sirvió para descansar .
Nos acercamos a una pequeña tienda en donde un amable señor nos ayudó no sólo guiándonos, sino que llamó por teléfono al Riad (hospedaje) para que nos buscaran.
Cuando le dimos las gracias quisimos pagarle la llamada y no nos dejó y solo dijo: “Bienvenidos, disfruten de la ciudad”.
Fue cuando me di cuenta de lo diferentes que pueden ser las personas en un mismo país. Esa noche decidimos dejar las cosas y salimos a disfrutar de lo que quedaba del día.
No sacamos las cámaras aunque estábamos tentados, pero era un momento para reconocer el lugar.
Considero que si sólo andas con la cámara, te pierdes un poco de esa realidad que te dan tus propios ojos por ver detrás de ese lente que a veces captura todo.
¿Qué hacer en el lugar?
Al día siguiente recorrimos toda la ciudad de arriba abajo. Y ¿Qué puedes hacer en Chefchauen Marruecos? Caminar y descubrir, caminar y perderte, caminar y asombrarte.
Eso es lo que precisamente se hace en esta ciudad teñida de color cyan. Claro, además de andar a pie, hay que subir y bajar escaleras y adentrarte en pasadizos sin salida.
Tengo una debilidad por las puertas, y en el camino vi muchas decoradas curiosamente y otras más con un aire de dejo, todas fascinantes en texturas y colores vibrantes.
Encontramos un pasadizo que nos invitaba a cruzarlo, con un pequeño letrero que decía “art du bien être” lo mismo que “el arte de estar bien”.
Detrás de ese pequeño corredor cubierto de hule espuma, había un maravilloso lugar donde ofrecen masajes relajantes y el famoso hammam -un baño de vapor árabe-.
Un pedacito de Marruecos
Encontrarnos una sorprendente tiendita llena de jabones e inciensos llamada “La botica de la Abuela Aladdin” y decidimos llevar algunos recuerdos.
Vimos también enternecedores niños jugando solos o acompañados en la mitad de la calle y los infaltables gatos que están por todos lados de la ciudad.
En esta mágica ciudad también cariñosamente llamada Chauen, tuvimos solo experiencias agradables y conocimos personas súper amables.
Un señor se ofreció prestarnos la vestimenta típica del lugar para tomarnos una foto y llevarnos un Souvenir de recuerdo para siempre.
Ese ha sido el mayor gesto de atención de alguien que desea compartir su cultura y tradiciones.
¿Alguna vez has soñado con estar dentro de una pintura? la respuesta sería: ¡Sí, y esta vez no solo soñé, sino que estuve dentro de ella!
#Nuncadejesdeviajar