Lo primero que pensamos al escuchar la mención de Inglaterra probablemente sea que es el país de reyes, en la famosa hora del té, o incluso se nos viene a la mente el nombre de algún artista de renombre proveniente de esta tierra. Sin duda la preciosa ciudad de Londres es uno de los destinos a los que aspiramos viajar en algún momento de nuestras vidas.
¿Pero a dónde más ir después de visitar algún sitio famoso? No tienes por qué ir únicamente del otro lado del mundo para conocer al reloj más famoso del mundo. El día de hoy te traigo una propuesta fuera de lo común que pondrá a prueba tus sentidos y probablemente te termine causando uno que otro escalofrío por la atmósfera que rodea este lugar: El Castillo de Lancaster.
¿Una…prisión?
Para aquellos amantes de lo paranormal que adoran los viajes que son capaces de ponerles la piel de gallina, este lugar es perfecto para ellos.
Imagina que estamos en la Inglaterra del año 1150, puedes observar que poco a poco una imponente edificación se alza en el pueblo, un precioso castillo para ser precisos. No, no es hogar de una futura reina, no hay princesas o caballeros en corceles. Esta edificación se construyó con el principal propósito de servir como prisión.
Este castillo fue construido sobre los restos de fortificaciones romanas y solía ser propiedad del Duque de Lancaster, pero con los años, fue adquirido por la corona inglesa gracias al rey Ricardo II en 1339 después de que el Duque falleciera.
Su fama no se debe solo a su peculiar propósito de servir de lugar de contención de criminales de la época, sino que también se hacía la compra y venta de esclavos. Aunque tampoco más recordar la época de la que hablamos y quienes eran los que gobernaban a la nación.
El tener a la corona inglesa en el poder significaba que la persecución de herejes y brujas estaba en su pleno apogeo. Recordemos que los acusados de brujos recibían los peores castigos pensados, y bastaba un simple rumor para que el gobierno tomara cartas en el asunto para obligar a la persona acusada a
confesar todos sus crímenes, incluso los que no había cometido, para que después fueran condenados sin más a morir cruelmente.
Los secretos del Castillo de Lancaster
En el Castillo de Lancaster eran comunes las ejecuciones de las brujas, fueran o no culpables de serlo. Tal como fue el caso en 1612, en donde se condenó a la horca a diez hombres y diez mujeres acusados de brujería.
La razón por la cual las personas llegaban a las mazmorras de este castillo podía ser desde asesinato hasta robo de ganado.
Gracias a la página oficial del Castillo Lancaster, se sabe que es un recorrido que inicia desde la antigua prisión y se dirige al complejo judicial, lo cual nos previene un recorrido que nos obliga bajar y subir escaleras, que quizás no la mejor elección para sillas de ruedas.
Si se va a llevar a un infante, debes saber que no están admitidos los carritos o carriolas, pero es posible llevar a los pequeños en brazos si no se desea dejar al cuidado del personal del castillo. También has de saber que hay asientos distribuidos en las salas del castillo, sin embargo, son limitados.
La entrada general al lugar tiene un costo de 8 euros, 6.50 euros a personas mayores de 65 años, personas con discapacidad, niños mayores de 5 años y estudiantes, los niños menores de cinco años y acompañantes de personas discapacitadas tienen entrada gratis.
Al comprar los tickets para entrar, se pueden solicitar tours guiados, y el staff del lugar te dará varias opciones para que escojas la mejor forma de disfrutar de tu visita. El castillo de Lancaster tiene sus puertas abiertas todos los días de la semana, y en caso de buscar una visita guiada, la cual es necesaria para accesar a la mayor parte de las atracciones, lo mejor es consultar los horarios de los tours en la página oficial. #Nuncadejesdeviajar!