Chapultepec esconde una de las obras más majestuosas de la Ciudad de México: el Cárcamo de Dolores.
Este recinto se encuentra en la segunda sección del bosque, entrando por el Museo de Historia Natural. ¿Le has puesto atención alguna vez? Vamos a conocerlo un poco más.
¿Qué es el Cárcamo de Dolores?
Se trata de una conjunción de arte, arquitectura e ingeniería, representada con Diego Rivera en la primera sección, Ricardo Rivas en la segunda, y Eduardo Molina en la tercera.
Su inauguración data del 4 de septiembre de 1951 y se creó en representación del Sistema de Aguas de Lerma.
Un dato importante es que este es uno de los remates del Sistema Acuático y también, uno de los murales de esta obra alguna vez se encontró en contacto directo con el agua.
¿De qué trata esta obra de arte?
Por fuera tiene una representación de Tláloc, ya saben, el dios del agua y la lluvia. Con una de sus cabezas dirigida al cielo y la otra hacia el cárcamo.
Su tamaño y disposición fueron creados para que se observara desde el cielo por las aeronaves que pasaran por la Ciudad de México.
El mural de El Agua, el Origen de la Vida de Diego Rivera se mantuvo 40 años bajo el agua y los detalles que contiene en sus paredes se basan en la teoría evolutiva de Aleksandr Oparin.
En el año 2002 se reabrió el recinto pero desviando el agua que llegaba directamente al mural para evitar que continuara su deterioro.
Cambios significativos
Para continuar deleitando los sentidos en una experiencia completa, en el 2010, el artista mexicano Ariel Guzik instaló la cámara Lambdoma.
Lo que hace es reproducir ondas sonoras que se registran del ruido del agua y el viento. Suena interesante ¿no creen?
La vista que proporciona tanto dentro del museo, como en el mural hacia la ventana, son únicas en su clase. Y no dejemos de elogiar la obra hidráulica.
El sitio no sólo es ideal para que te des una vuelta y que saques fotos espectaculares; sino para experimentar a flor de piel este pedazo de historia y arte tan singular.