El Cañón de Guadalupe es un lugar que no puedes perderte en tu visita a Mexicali. Además de la impresionante vista de las arenas del desierto, un oasis en medio de este lugar te estará esperando.
¡Así como lo leíste! Existe un manantial en medio del desierto, con aguas termales y ríos, en medio de un majestuoso cañón.
Si verdaderamente te quieres desconectar del mundo este lugar es ideal, pues los paisajes que ofrece, sumados a la tranquilidad del ambiente y la relajación que vas a experimentar en las aguas termales de sus piletas harán que te olvides de todo.
Aguas curativas en el Cañón de Guadalupe
La actividad del río causó la formación del Cañón de Guadalupe, generando un paisaje en el que la vegetación de las montañas y las palmeras de este oasis hacen un padrísimo contraste con las rocas pálidas de granito, que a su vez son albercas naturales en donde caen las aguas termales.
Estas cuencas del cañón almacenan el agua que cae del río y forman pequeñas piscinas a las que puedes meterte y, aunque no lo creas ¡el agua está calientita!, esto debido a la temperatura del desierto y las sales minerales del propio líquido.
Por la misma naturaleza de estas aguas, se presume que tienen propiedades curativas. Así que, si llevas alguna molestia, dolor, o simplemente quieres relajar tu cuerpo, déjate consentir por las aguas termales del Cañón de Guadalupe.
Una vez llegada la noche, no puedes perderte de las bellísimas postales que nos regala este lugar, ya que el cielo es tan claro que puedes ver las estrellas, y la luna se refleja sobre las pozas de agua, a la vez que ilumina las palmeras y las pálidas rocas del cañón.
En contacto con la naturaleza
Y para que veas que no te mentimos con que verdaderamente te desconectarás del mundo y estarás 100% en la naturaleza, de una vez te aconsejamos llevar tienda de campaña, comida preparada o para cocinar y tu buena lámpara para alumbrarte en la noche.
Lo anterior te lo mencionamos porque el lugar sólo está acondicionado para acampar (o sea, no hay hoteles ni chozas), no hay restaurantes, únicamente parrillas para cocinar, y tampoco hay tiendas. ¡El Cañón de Guadalupe está a dos horas y media del centro!
Y no te lo decimos para que te desanimes, sino para que vayas bien preparado y puedas tener una experiencia completamente agradable en tu estancia en el lugar.
Ríos en el Cañón de Guadalupe
Después de un buen momento relax ha llegado la aventura: Senderismo por el Cañón de Guadalupe.
Adentrándote por las veredas, saltando las rocas y admirando las montañas con su viva vegetación, llegarás a un río en el que también te podrás echar un chapuzón para refrescarte del calor del desierto ya que, a comparación de las pozas termales, las aguas que caen en esta zona son más frescas.
Aparta un día completo para esta aventura de senderismo, porque ese es sólo uno de los siete ríos que puedes encontrar en tu camino, y la vista de cada uno es mucho mejor conforme vas avanzando.
¡Recomendaciones!
El Cañón de Guadalupe es una propiedad privada, por lo que debes hacer una reservación previa para poder disfrutar de sus ríos y aguas termales. Algunas agencias de viaje que pueden llevarte hasta allá son Born to Baja y Guadalupe Canyon Hot Springs.
Si ya hiciste reservación y llegarás por tu cuenta, te recomendamos llevar o rentar un vehículo 4×4, que son más resistentes al tipo de camino por donde se debe cruzar.
La única temporada en que está abierto el cañón es durante el otoño y el invierno; en las otras estaciones las temperaturas son altísimas y peligrosas para estar ahí.
En tu siguiente visita a Mexicali ve a este oasis en medio del desierto y disfruta de sus riquísimas aguas termales, sus ríos, paisajes y los anocheceres que nos regala el Cañón de Guadalupe.
#NuncaDejesDeViajar