En los pintorescos campos de Japón, donde la naturaleza y la cultura se fusionan en una armonía cautivadora, se encuentra una maravilla floral que deja a los visitantes sin aliento: los campos de la flor Shibazakura.
Estos vastos terrenos cubiertos de alfombras de flores brindan un espectáculo impresionante y también esconden secretos medicinales y una historia fascinante.
Una vuelta al pasado
La flor Shibazakura, cuyo nombre científico es Phlox subulata, es originaria de América del Norte, pero ha encontrado su hogar ideal en Japón.
Su nombre japonés, Shibazakura, se traduce literalmente como “cerezos de césped”, ya que sus flores
pequeñas y delicadas, que florecen en primavera, recuerdan a los pétalos de los cerezos en flor.
Fue en los años 1600 cuando estas flores llegaron por primera vez a Japón, y desde entonces se han convertido en un símbolo de la belleza natural y la esencia efímera de la vida, crece en matas compactas y se extiende como una alfombra colorida y vibrante.
Sus flores se presentan en una amplia gama de tonos, desde el blanco puro hasta el rosa intenso y el morado profundo, creando un efecto visual deslumbrante.
Para mantener su belleza y salud, estas flores requieren una exposición abundante al sol y un suelo bien drenado, además, necesitan riego regular pero moderado y puede prosperar en una amplia variedad de climas, lo que explica por qué han sido cultivadas con éxito en muchas partes del mundo.
Las propiedades medicinales de la flor Shibazakura
Pero no solo es una delicia para los ojos, sino que también posee propiedades medicinales que han sido valoradas durante siglos, sus hojas contienen compuestos activos como taninos y flavonoides, que han demostrado tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Es por eso que la flor se considera como medicina tradicional para aliviar los trastornos digestivos, los dolores de cabeza y los malestares estomacales.
Además, se cree que sus flores contienen aceites esenciales que pueden tener efectos relajantes y calmantes.
La flor Shibazakura es un símbolo importante en la cultura japonesa y se utiliza ampliamente en festivales y ceremonias tradicionales, como el famoso Hanami, que a pesar de que su nombre no tiene relación directa con los cerezos, su aspecto similar ha llevado a la asociación y a la creación de hermosas escenas que combinan ambos tipos de flores en los paisajes primaverales de Japón.
¿En donde encontrar esta flor?
Durante la temporada de floración, los campos de flor Shibazakura son un destino turístico popular en Japón, algunos de los lugares más conocidos para disfrutar de este espectáculo incluyen el Parque Hitsujiyama en la ciudad de Chichibu y el Parque de Shibazakura en la montaña Fuji.
Estos parques ofrecen impresionantes vistas de alfombras de flores que se extienden hasta donde alcanza
la vista.
Aunque los campos de Shibazakura son más comunes en Japón, también se pueden encontrar en otras partes del mundo, como Estados Unidos y Europa, donde se cultivan en jardines botánicos y parques especializados.
La flor Shibazakura es conocida por su resistencia y facilidad de cultivo, esto la convierte en una opción popular para aquellos que deseen agregar un toque vibrante y colorido a sus jardines o espacios al aire libre.
Cada año, los campos de Shibazakura se renuevan y transforman, ofreciendo una experiencia única para los visitantes, el patrón de floración y los colores pueden variar ligeramente de una temporada a otra, lo que hace que cada visita sea especial y sorprendente
Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar estos campos, prepárate para sumergirte en un mar de
colores y ser testigo de la magia de la naturaleza en plena floración. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar!