En el corazón de México, en el encantador pueblo de San Jerónimo Tecuanipan, Puebla, se lleva a cabo uno de los festivales más coloridos y significativos: el Campo de Cempasúchil. Este evento anual, que se celebra durante el Día de los Muertos, es una muestra de la rica tradición y cultura mexicana, en la que se honra a los seres queridos que han fallecido.
Sumérgete en la magia y el encanto de este festival único en su tipo, descubriendo sus orígenes, tradiciones y la belleza de los altares y ofrendas que adornan el campo de cempasúchil.
Devoción y creatividad
San Jerónimo Tecuanipan, un pueblo ubicado en el estado de Puebla, se ha convertido en el epicentro del Campo de Cempasúchil. Durante décadas, los habitantes de este pueblo han dedicado su tiempo y esfuerzo para crear un evento que honre a los muertos de una manera única y especial.
El Campo de Cempasúchil es una muestra de la devoción y la creatividad de la comunidad para mantener viva la tradición del Día de los Muertos.
El cempasúchil, también conocido como la flor de muertos, es el protagonista indiscutible de este campo. Las flores de color amarillo intenso tienen un significado especial en el Día de los Muertos, ya que se cree que su aroma y color guían a las almas de los difuntos de regreso a sus hogares.
Durante el festival, los campos se llenan de cempasúchiles, creando un espectáculo visual impresionante.
Los altares y ofrendas son una parte esencial del Día de los Muertos. Dentro del Campo de Cempasúchil, se pueden admirar una variedad de altares elaborados, cuidadosamente decorados con elementos simbólicos y objetos personales de los difuntos.
Estos altares incluyen fotografías, velas, comida, bebidas, calaveritas de azúcar y otros elementos que representan los gustos y preferencias de los seres queridos fallecidos.
Los imperdibles del Campo de Cempasúchil
El humor y la sátira también tienen su lugar en el Campo de Cempasúchil. Durante el festival, se pueden encontrar representaciones de esqueletos y calaveritas, que simbolizan la muerte y se utilizan para recordar que la vida es efímera y que debemos disfrutarla.
La música y la danza son elementos clave del Campo de Cempasúchil. Durante el festival, los grupos de danza local interpretan bailes folclóricos tradicionales, vestidos con coloridos trajes regionales.
Los sones y las canciones tradicionales llenan el aire, creando una atmósfera festiva y llena de energía. Es una oportunidad única para disfrutar de la riqueza cultural de la región.
La comida también juega un papel importante en el Campo de Cempasúchil. Durante el festival, se pueden encontrar puestos de comida que ofrecen una variedad de platillos tradicionales, como tamales, mole, pan de muerto y bebidas como el atole y el champurrado.
Estas delicias culinarias son parte de la celebración y representan una manera de compartir y disfrutar en compañía de los seres queridos, tanto vivos como fallecidos.
Talleres para toda la familia
Dentro del Campo de Cempasúchil, también se ofrecen talleres y actividades interactivas para que los visitantes puedan aprender sobre las tradiciones y artesanías relacionadas con el Día de los Muertos.
Estos talleres incluyen la elaboración de calaveritas de azúcar, máscaras de papel maché y la creación de ofrendas. Es una oportunidad única para participar activamente en la celebración y llevarse un recuerdo
especial a casa.
Más allá de su belleza visual y sus aspectos festivos, el Campo de Cempasúchil es una celebración llena de significado y simbolismo. Es un momento para recordar y honrar a aquellos que ya no están con nosotros, pero que siguen viviendo en nuestros corazones y recuerdos.
Es una oportunidad para reflexionar sobre la vida y la muerte, y para apreciar la importancia de la familia, la tradición y la conexión con nuestras raíces.
Te invito a que te sumerjas en la magia y el encanto de esta celebración única en su tipo, donde podrás vivir una experiencia auténtica y conmovedora. ¡No te pierdas la oportunidad de visitar el Campo
de Cempasúchil y ser testigo de esta manifestación de amor y respeto hacia los seres queridos que han partido.
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