La emoción por llegar a Europa era tanta, que lo último que me cruzó por la cabeza fue el desfase de horario que viviría mi cuerpo una vez que pisara Londres. ¿Has sentido este descontrol interno alguna vez? Por eso aquí respondemos sobre qué es el Jet lag.
Esa noche caminaba por el aeropuerto al mismo tiempo que hacía un recuento mental de todo lo que llevaba: ropa, pasaporte, tarjeta, cámara, grabadora, ¡traigo todo! aseguré. Mi avión partió a las 21:00 horas y llegó diez horas después.
La diferencia entre ciudades es de seis horas
El aterrizaje fue a la una de la tarde, contemplando que la diferencia de horarios entre ambas ciudades es de seis horas.
El día transcurrió con normalidad, hasta que llegó la media noche, y con ella, un terrible insomnio que me hizo caer en la obvia conclusión de que en la Ciudad de México eran apenas las seis de la tarde.
El jet lag me tomó por asalto y como consecuencia, una terrible desesperación por conciliar el sueño. Era obvio que no traía ni una pastillita que me pudiera ayudar.
El jet lag, también es conocido como descompensación horaria, disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios.
Es el desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar en avión a largas distancias.
Éste trastorno del sueño se produce cuando simplemente el reloj biológico del organismo no concuerda con la hora local.
A la mañana siguiente, me sentía cansada, tenía dolor de cabeza y parecía que había corrido un maratón; síntomas comunes de este desajuste. Al paso de los días me fui adaptando al horario, pero sin duda, mi primer día pudo haber sido mejor si lo hubiera prevenido.
Otros síntomas del jet lag pueden ser:
Fatiga, problemas digestivos (vómitos o diarrea), confusión, desgano, falta de memoria, sueño durante el día e irritabilidad.
Mi regreso a México fue peor, porque además de estar triste por volver del viaje de mis sueños, mi cuerpo ya se había acoplado al horario de Londres y durante una semana me desperté a las cuatro de la mañana. Mi reloj de nuevo, estaba al revés.
via GIPHY Mi reloj al revés
Tips para evitar el jet lag. Si quieres salir bien librado, presta atención:
- Date a la tarea de investigar cuál es el horario del país al que vas a viajar, y si hay más de cinco horas de diferencia, procura adaptarte a ese horario por lo menos dos días antes del vuelo.
- Si en tu destino es más tarde, acuéstate más tarde que de costumbre; si es más temprano, acuéstate y despiértate más temprano.
- Antes y durante el vuelo, toma suficiente agua simple, de preferencia dos litros y que en verdad sea simple, es decir, sin azúcar o endulzantes. Está de más sugerirte que los refrescos no son buenos, ni mucho menos los que contienen cafeína.
- A la par del tip anterior, te recomendamos que no tomes bebidas alcohólicas, drogas, o algún otro producto que pueda alterar tu estado físico y mental. Su consumo incrementa la sensación de cansancio, cuerpo fatigado y deshidratación.
- La noche antes del vuelo, duerme ocho horas. No te desveles y en caso de que no puedas dormir (por la emoción o nerviosismo), toma un té o busca algún remedio para combatir el insomnio.
- Por lo menos un día antes de que partas, cambia tu reloj con la hora del destino al que viajarás. Cuando llegues, verás que es mucho más fácil adaptarte, porque tu cuerpo y mente se prepararon días antes a la nueva zona horaria.
- Alimentate muy bien y procura comer menos grasa de lo habitual y más alimentos ricos en proteínas; de esta manera evitará problemas digestivos.
- Procura no tomar bebidas energétizantes, pues más allá de brindarte vitalidad y ausencia de sueño, provocan estímulos en el sistema nervioso que pueden desencadenar sed, ansiedad y taquicardiad.
- Duerme muy bien durante el vuelo. Lleva una cobija, tapones para los oídos y una almohada. Lo anterior, te permitirá desconectarte y conciliar el sueño con mayor facilidad.
- Realiza ejercicio por lo menos un mes antes del viaje, lograrás estar más activo y mantener la condición física de tu cuerpo en niveles óptimos.
- El último, pero no el menos importante: el primer día del viaje tómatelo con mucha calma; aunque estés lleno de emoción y ansioso por explorar el destino, descansa y haz actividades menos demandantes. Los días posteriores ya podrás hacer tours más exigentes.
Duerme y come bien.
Si tu regreso a casa resulta ser como el mío, el mejor remedio para superarlo es comer sanamente, dormir mínimo siete horas y no desvelarte. Esto permitirá que al paso de los días estés restablecido de nuevo.
Aunque para ser sincera, mi mejor antídoto fue: ver mis fotos, recordar el viaje y planear otro viaje más, esto último fue lo único que permitió salir de la depresión y la añoranza de mi anterior aventura. ¿Jet lag? ¡No más!
Mira este vídeo, aquí te explican de manera gráfica que es el jet lag.
Y recuerda #NuncaDejesDeViajar